WHATSAPP : JÓVENES SUPERHÉROES

Capítulo 42: NARRACIÓN

La noche caía sobre las calles de Nueva York; unos jóvenes esperaban ansiosos a el resto de sus compañeros para ir al karaoke, como había prometido uno de ellos hace unos días, después de que le dieran la gran oportunidad de grabar su primer demo. Como todavía el invierno reinaba sobre esa parte del mundo, esperaron resguardándose en sus abrigos del fuerte clima que los abrazaba; aun así, no les quitó la alegría de pasar un buen rato con los suyos, así que solo charlaban amenamente mientras esperaban.

—¿Por qué Chico Bestia no vino contigo? —preguntó curiosa Star a Raven mientras que está realizaba un hechizo para que todos sientan menos frío.

—Dijo que no iba a venir hasta que convenciera a Victor de ir con nosotros —explicó brevemente.

—Entonces no vendrá —supuso con inocencia la pelirroja.

—No lo sé, pero, Chico Bestia puede ser bastante persistente —recordó con una suave sonrisa, casi imperceptible.

Por otro lado, no muy lejos; Morgan hablaba por teléfono con Kira, quien no estaba con ellos porque había tenido una discusión con su padre, terminando en ella castigada.

—Por favor, no me digas que te vas a escapar —pidió con angustia, Morgan.

—Ok, no te lo diré —dicho esto, se escuchó como una puerta se abría suavemente.

—Tu papá te va a matar cuando se entere —advirtió la de lentes.

—No se enterará, en este momento debe estar muy dormido —aseguró Kira—, si se despierta mi tía prometió cubrirme porque me debe un favor, te vas a morir cuando te cuente.

—Siento que esto te traerá más problemas, espero estar equivocada —le comunicó preocupada.

—Oye, un favor ¿Puedes decirle a Ashur que venga por mí? —le pidió juntando sus manos, aunque no la viera—, no tengo forma de ir sin tardar un siglo.

Aún sin estar muy convencida, Morgan asintió; colgó la llamada y caminó hacia donde estaba el rubio con su novia para pedirle el favor.

—Lamento molestarlos —se disculpó ya que al parecer estaban hablando de algo antes de que llegara—; Ashur, ¿Podrías ir por Kira al complejo?

—Claro, no hay problema ¿Pero no que estaba castigada? —preguntó confundido el menor.

—Cierto, por no ir a una ceremonia importante de su país, creo —recordó Keila.

—Al final la perdonó y logró convencerlo de que la dejara venir aquí —mintió Morgan.

—Está bien —aceptó el rubio y se giró hacia su novia—; vuelvo en un segundo —dicho esto le dio un beso en su mejilla y se teletransportó.

A unos metros de ahí Miles había visto aquello, sin saber exactamente cómo actuar ante la extraña sensación que tenía en su pecho, no quería ponerle nombre porque estaba más que confundido con los nuevos sentimientos que estaba albergando dentro de si.

—Me sorprende que hayas logrado zafarte de tu papá para venir —comentó Nora dirigiéndose a Frigga.

—Me enseñó buenos trucos de magia, fue sencillo hasta cierto punto —explicó sin mucho interés la princesa Asgardiana.

—Aún quedará espacio en el karaoke, si quieres puedes invitar a tu novio para que estés más animada —sugirió Conan y se escuchó un grito al lado suyo.

—Auch, la traición, la decepción, hermano —dramatizó Miles mientras se tiraba al suelo.

—Uy, lo siento Miles —se disculpó el pelinegro sin anular su invitación.