Robin se encontraba en la sala de entrenamientos, levantando pesas; quería ocupar su mente en cualquier otra cosa que no fuera los problemas familiares que estaba viviendo; su hermana también estaba intentando hacer lo mismo, pero ella había optado por salir con alguno de sus amigos. Aún no podía creer que su padre fuera capaz de semejante violencia, todavía pensaba que si no hubieran llegado, habría matado a ese hombre, quien por cierto, estaba en estado crítico por todas sus heridas. Cada vez que cerraba los ojos aparecía en su mente aquellas imágenes atroces; hasta el día de hoy no habían vuelto a hablar con él, su papá Clark tampoco decía mucho al respecto, solo evitaba el tema con una expresión triste en su rostro.
Cansado, botó las pesas a cualquier otro lugar de la sala y se frotó la cara con desesperación. Seguramente hubiera seguido así todo el día, si no fuera porque una manzana impactó a gran velocidad y fuerza en su cabeza, noqueándolo haciendo que perdiera la conciencia. Cuando despertó, vio a una preocupada Starfire hablar con Cristine, cuando ambas vieron que estaba bien, la segunda le dijo un par de palabras a la primera y luego se fue.
—¿Qué pasó? —preguntó Robin aturdido.
—Lo siento, lo siento, lo siento —comenzó a disculparse Koriand'r repetidas veces—; te desmayaste por mi culpa, te tiré una manzana.
—Tranquila —comenzó a frotar su brazo para que se calmara—, creo que ya estoy bien pero ¿Por qué me tiraste una manzana en la cabeza? —cuestionó confundido.
—Es que vi un video de "Datos para ser más inteligente", uno de ellos decía que para declararte a quien te gustaba debías tirarle una manzana —contó algo apenada—, creo que usé mucha fuerza.
Robin se sorprendió ¿Acaso Koriand'r se le estaba declarando? Al parecer si; pero la chica estaba más preocupada por haber golpeado la cabeza de el de cabello negro, que por haber revelado sus sentimientos.
—Me parece que eso era en la antigua Grecia y se tiraba a los pies, no a la cabeza —acotó el mitad kriptoniano.
—¡Oh! —exclamó Starfire—, pero si el mensaje no quedó claro —se arrodilló al lado del contrario—, me gustas y quiero cortejarte.
—Eh, esto, yo, ¿Por qué te gusto? —preguntó sin saber qué decirle a la princesa Tamariana.
—Eres super dulce y amable, tratas muy bien a tu hermana, eres un gran líder para el grupo en las misiones, das todo de ti cuando quieres algo —comenzó a enumerar sus cualidades mientras que el contrario se apenaba—, también eres bastante guapo, tienes buenos genes, ideales para una buena descendencia —Robin se atoró con su propia saliva al escuchar lo último.
—Agradezco mucho tus sentimientos pero me temo que no puedo corresponderte, tengo muchos problemas rondando por mi cabeza, además, aún estoy enamorado de Meredith; lo siento —confesó el de cabello negro.
—Esperaré a que tus problemas se resuelvan, si es posible, te ayudaré, aguardaré que tus sentimientos por Mer hayan desaparecido por completo; entonces te volveré a preguntar —informó alegre la pelirroja y se levantó para irse.
Eso sin duda fue inesperado, pero fue preciso porque logró que Robin olvidara por un momento el tormento que estaba pasando. El joven superhéroe vio la manzana que Starfire le había lanzado y la agarró con una sonrisa, se levantó para ir a lavarla y comerla; ahora un poco más calmado.
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Nora 🏹:
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