Huérfana

CAPÍTULO 27

Me importa un mierda que me castiguen de por vida, Pero ya es suficiente de que se pasen por cualquier lado a la pulga. Es increíble como el dinero ciega a las personas, dejan de ver lo que realmente importa y solo se centran en el, sin importarles por encima de quien pasan...

Llevo horas encerradas con Mike y will, hemos jugado miles de partidas y le hemos pateado el culo a will. Es que es pésimo.

Las primeras dos horas Mike se las paso llorando en mis brazos, también el viejo ese estuvo golpeando la puerta aproximadamente veinte minutos, luego se rindió para ir a gritarle a su hijo mayor.

También estuve recibiendo llamadas de los tres mosqueteros, me informaron que sus padres no les dijeron nada. Eithan también me pregunto qué como estaba y que era todo el escándalo en la casa.

Le conté todo, la salida, lo de michael y la pelirroja, lo del vejestorio. Y de mis sentimientos... más bien de lo que he estado pensando las ultimas horas, me dijo que llegaba en menos de quince minutos.

—¿segura que no tendrás problemas?.—me pregunta mike, luego de matar a will que grita frustrado.

—¡quiero un juego de fútbol, esto apesta!.

Los dos lo ignoramos.

—segura, segura. No. Lo que si se es que tú debes estar tranquilo, pulga, no voy  a dejar que te sigan tratando de esa forma.

Le acaricio la cabeza y me abraza.

—¡eres la mejor hermana del mundo!.

Trago saliva y mis ojos se ponen borrosos por las lágrimas.

—y tu el mejor hermano que la vida me pudo dar, pulga.

Lo abrazo más fuerte y siento como golpean la puerta.

—soy yo.—la voz de Eithan se escucha al otro lado de la puerta y me separo para ir a abrirle.

***

—creo que ya debemos salir de aquí.

Murmura will estirado en el suelo.

—no quiero.—susurro.

—tengo hambre.—se queja Eithan.

—nos gritará.—habla Mike desde la cama.

—hemos estado horas medidos aquí. No creo que este.

—no me arriesgaré.

—ni yo.

—¡pues yo si!, no le grite a nadie, ni le di golpes a nadie. Así que no se por que aún sigo aquí.

Habla Eithan mientras camina hacia la puerta y sale de la habitación.

Al instante entra el señor Tomás con los brazos cruzados y con una bata.

—¿por que motivo, razón o circunstancia, agrediste y insultaste a mi padre? Harha.

Su tono es tan neutro, muy diferente a otras veces que me pongo tensa de inmediato. Mike a mi lado se apega más  ami y susurra que esta furioso.

Will se levanta lentamente e intenta salir por su lado, pero lo detiene por su brazo y lo sienta de un tirón a los pies de la cama.

—y quiero que me expliques ya, Sin omitir nada.

Trago saliva y le cuento todo, todo. Desde lo que me contó mike a penas llegue, como el se sentía y como lo trataban, hasta lo que el viejo le dijo.

El señor Tomás frunce el ceño cada vez más mientras avanzo en mi narración y al final mira a will.

—¿estuviste presente?.