Capítulo 10

458 16 0
                                    


Sábado noche, por fin después de la visita a Murcia llevaba una semana sin parar con la grabación del single y todos los preparativos para el lanzamiento, no había dicho nada en el grupo, pues todavía no tenía fecha. Iván quería montar algo grande pero no sé si Warner dará el visto bueno.

La semana la había pasado escribiéndome con Samantha desde que le respondí a los mensajes del pasado domingo, después de la charla que tuvimos en la cafetería me di cuenta que pese a todo lo que había pasado entre nosotros, el ver la actitud y sus palabras me hicieron valorar si merecía la pena seguir enfadado o pasar página. Tras conversar con Mai y viendo los mensajes de la rubia, decidí que la quería otra vez en mi vida, así que seguí respondiendo a sus mensajes hasta que una de las noches fui yo el que empezó la conversación.

La celebración empezaba en un restaurante italiano que solíamos frecuentar los del grupo y las copas posteriores las tomaríamos en el garito donde antes trabajaba y donde seguía Bruno, desde que Mai estaba con mi compañero de piso, no salíamos del garito así que la celebración era más una quedada como las de otros fines de semana.

Llegué al restaurante de los primeros sólo estaban Anajú y Nía que venían juntas, al poco llegó Gerard y decidimos entrar a coger mesa pues éramos bastantes y no queríamos quedarnos sin sitio para todos. Me senté con Anajú y estuvimos hablando de todo un poco, la verdad es que me cae muy bien, además para ser amiga de la rubia es bastante tranquila. Al rato empezaron a llegar el resto, cuando llegaron Mai y Samantha me quede mirando a la rubia, estaba espectacular con una falda corta que destacaba sus largas piernas y una camiseta que dejaba ver su piercing en el ombligo, se acercó a mí y me dejo un beso en la mejilla yo se lo correspondí, detrás llegó Mai y dándome un abrazo se sentó a mi lado dejando a Sam sentada al lado de ella. Las últimas en llegar fueron Anne y Eva, la primera venía relatando los motivos por los que Eva le había hecho llegar tarde.

La cena paso muy entretenida, los cordobeses mantenían siempre el nivel alto de chistes y anécdotas graciosas, yo estuve un buen rato charlando con Anajú y con Mai, la rubia iba y venía de nuestra conversación a la de Eva, sentada a su lado. En un momento en el que todos estábamos pendientes de una anécdota que contaba Hugo haciendo que no parasemos de reír, yo me quede embobado mirando a la rubia que no paraba hacer muecas porque no se enteraba bien. De repente sentí el codo de Mai y mirándola.

- Fla que se te cae la baba.- me susurro con una sonrisa.

- Es que me siguen encantando las caras que pone.- le respondí sin ningún pudor, pues ella me conocía bastante bien como para intentar mentirle.

Después de la cena nos fuimos al garito donde Bruno nos tenía preparado un pequeño reservado para todos allí se nos unió Dani, otro compañero de campus que venía con un amigo, Miguel, el cual se dedicó a fichar a todas las chicas del grupo, Gerard y yo que estábamos juntos no pudimos menos que sonreír ante el gesto descarado del tipo.

La noche fue bastante bien, corrió el alcohol con los brindis por Hugo, Mai y Nía, algunos ya iban un poco pasados de tantos chupitos otros como Anajú y yo estábamos controlando, seguíamos charlando cuando de pronto apareció Samantha tirando del brazo de Anajú para llevársela a la pista a bailar con ella. Yo le sonreí y fui con Mai que estaba haciendo compañía a Bruno que estaba en la barra.

- Hola grillito, veo que me has cambiado por Anajú.- me dijo mientras me abrazaba.

- Eso nunca Mai, sólo que me cae muy bien y hablar con alguien de fuera de la música hace que libere un poco la mente.- respondí dándole un beso en la frente.

- Que tal con Sam.- me preguntó.

- Bien ya lo ves, lo que pasa es que sabes que lo mío no es bailar ni beber tanto.

Mi otra mitadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora