Mi otra mitad

Capítulo 20

Por había llegado el sábado, mire por tercera vez la hora, las ocho, no sé a qué hora me dormí pero sí que me desperté hace bastante, los nervios por el concierto me tenían desvelado. Me quede mirando a la rubia que dormía plácidamente, con la cabeza apoyada en mi pecho y la boca un poco abierta, mirarla así de tranquila contrastaba con el nervio puro que solía ser durante el día.

Estaba jugando con su pelo, mientras pensaba en cómo estaba ahora todo con Samantha y lo feliz que estábamos, cuando noté como movía su cabeza y me miraba con los ojos medio cerrados.

- Buenos días bebé, llevas mucho despierto.- me preguntó con la voz tomada y una sonrisa que iluminaba todo.

- Buenos días cariño, los nervios no me han dejado dormir mucho.- le respondí atrayéndola hacia mí para dejar un beso en sus labios.

- Va a salir todo genial y cuando la gente vea tu talento en directo van a flipar.- dijo con cariño y abrazándose más a mí.

Yo la miré y dejando otro beso en sus labios propuse.

- Nos levantamos y vamos a desayunar a un sitio que quiero que conozcas.

- Bebé es muy temprano, un poquito más.- pidió con un puchero.

- Te doy de tiempo lo que tardo en ducharme.- respondí mientras me levantaba y ella ponía cara de enfado.

Una vez conseguí que se levantará y nos arreglamos, la lleve a una cafetería del centro y desayunamos churros con chocolate. Desde allí nos dirigimos paseando hasta el teatro para realizar el último ensayo antes del concierto. Cuando llegamos ya estaban todas así que me puse con los chicos a comprobar el sonido y ensayar por última vez los temas de esta noche, Samantha se fue a charlar con Iván mientras esperaba su turno para ensayar.

Pasadas tres horas terminamos los ensayos y nos despedimos hasta la noche de los músicos y técnicos, Samantha y yo tomamos un taxi hasta casa de mi padre para almorzar con ellos. Cuando llegamos nos abrió la mujer de mi padre, nos hizo pasar y rápidamente apareció Elvira corriendo hasta Samantha para darle un abrazo.

- Oye que tu hermano preferido soy yo.- le dije a la pequeña poniendo un puchero.

- Que a ti también te quiero Fla.- me respondió mi hermana tirándose a mi cuello.

- Al final te quiere más a ti que a mí.- le susurré a la rubia.

- Normal soy la mejor.- me picó guiñándome un ojo.

Tras mi hermana aparecieron mi padre y mis hermanos saludándonos cariñosamente, cuando Elvira se llevó a Samantha a su cuarto para enseñarle sus muñecas yo me quede charlando un rato con mi padre. Cuando el almuerzo estuvo listo nos sentamos a comer, yo miraba encantado como Samantha estaba a gusto con mi familia y mi hermana pequeña la adoraba. Después de almorzar Samantha y yo nos despedimos.

- Bueno nos vamos a ir a descansar un poco para esta noche, por cierto habrá sorpresa en el concierto.- le dije a Elvira, que era la única que iría con mi padre esta noche.

- Cuál es la sorpresa.- preguntó la pequeña dando saltitos.

- Tendrás que esperar a esta noche, pero seguro que te gusta mucho la sorpresa.- le dijo Samantha tranquilizando a mi hermana.

Tras la despedida de mis hermanos y la promesa de dedicarle una canción a Elvira nos dirigimos hasta casa de mi madre para descansar un poco.

- Hola mamá ya estamos aquí.- dije al entrar.

- Hola cariño, qué tal en casa de tu padre.- preguntó viniendo a nuestro encuentro.

- Pues muy bien, ahora que Elvira me ha obligado a dedicarle una canción esta noche.- le conté poniendo cara de fastidio.