CAPÍTULO 1: BLAINE ANDERSON

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N/A: No, éste fic no tiene nada que ver con la película de Disney, Aladdin. He elegido el título de esta canción para el fic porque en esta historia Sebastian le va a mostrar a Blaine un nuevo mundo... Ok, esto empieza a parecerse a la letra de la canción... Ya lo entenderéis... Pero no tiene nada que ver con la película (ni remotamente).

No pondré advertencias, no encuentro nada que merezca la pena contar, creo que la mayoría sabéis como escribo, así que os dejo directamente con el primer capítulo, que explica muy bien lo que va a ser el fic...

De verdad siento mucho las expresiones utilizadas en este fic. No creo que a estas alturas haya alguien que crea que soy homofóbica pero, por si acaso, matizo que no estoy nada de acuerdo con la forma de pensar de los padres de Blaine en este fic. El amor es amor, ya sea entre un hombre y una mujer, entre dos hombres o entre dos mujeres. Nadie puede juzgar a una persona por haber encontrado el amor.

El capítulo es corto, no sé si los siguientes serán así o más largos (extraño un poco los capítulos cortos), veremos como avanzan las cosas...

A WHOLE NEW WORLD

CAPÍTULO 1: BLAINE ANDERSON

Blaine Anderson no era un "joven normal", o al menos, eso era lo que decían todos a su alrededor. Tenía diecisiete años pero desde los trece su vida había sido un infierno. Descubrió que era gay y decidió contárselo a su madre, en busca de consuelo y apoyo. Sin embargo, ella se escandalizó y a partir de ese momento, la vida del menor cambió.

Comenzó para el adolescente unos años difíciles, llenos de psicólogos, terapeutas, psiquiatras, guías espirituales, sacerdotes, medicación, castigos, agresiones, humillaciones... Cualquier cosa con tal de "curarle" de su "enfermedad". Sin embargo, nada había funcionado.

En el fondo, Blaine sabía que seguía siendo él mismo. Sabía que sus sentimientos hacia los hombres y las mujeres no habían cambiado. Lo único que había cambiado era su aptitud y su opinión hacia eso. Sentía que la homosexualidad era algo malo, algo reprochable, algo censurable. Por eso ocultaba sus verdaderos sentimientos, pretendía que por fin había vuelto a la "senda del bien" aunque realmente seguía suspirando por los cuerpos de los deportistas que veía a través de la televisión en las diversas sesiones de "hacer de Blaine un hombre".

El ojimiel se levantó esa mañana y se dio una ducha. Sabía que tenía una cita importante y tenía que estar perfecto. Sus padres habían decidido cambiarlo de instituto por octava vez en esos cuatro años. Cada vez que se hacía demasiado cercano a un chico y podía parecer que traspasaba la línea de la amistad sus padres lo cambiaban. Aunque por otra parte, si pasaba demasiado tiempo con una chica y no se le veía interesado en una relación, también se apartaban.

Siempre era el chico nuevo, el chico raro. Sin embargo, todo cambiaría en ese instituto. Lo primero que haría sería buscar una novia, luego llegaría lo demás. Sentía tener que engañar a una chica así, pero no encontraba otra opción. Le quedaba año y medio de instituto y no quería volver a cambiar.

Decidió vestirse con un pantalón de vestir negro y una camisa azul. Los colores de su armario habían disminuido. Nada de rosas, morados, naranjas... Nada de ropa ajustada, pajaritas... Todo para mostrar todo lo "hombre" que era. Bajó a desayunar y su madre puso ante él huevos revueltos con bacon y una taza de café. Su padre lo miró por encima de su periódico.

Eran una familia religiosa y muy conservadora. Tenían unas fuertes creencias y nadie podía hacerlos cambiar de opinión. El hijo mayor, Cooper, estaba trabajando en Nueva York, haciendo sus prácticas y terminando sus estudios de postgrado para poder hacerse cargo del negocio familiar.

Blaine salió de su casa junto a sus padres. Tenían una cita con el director de la Academia Dalton. Estaba muy nervioso, no sabía como sería su nuevo instituto.

Cuando llegaron a Dalton todo se veía diferente a cualquier lugar en el que hubiera estado antes. Todos los alumnos iban uniformados, algo que a él le gustó, eso le ayudaría a pasar desapercibido. Sin embargo, tardó muy poco en notar que no había ninguna chica allí.

Entraron al despacho del señor Bryan. Era un hombre mayor, de unos sesenta años. Tenía el pelo blanco, muy corto, los ojos azules detrás de unas gafas. Llevaba traje y corbata, demasiado elegante para un profesor de instituto. Los tres recién llegados se sentaron frente al escritorio del mayor.

– Bienvenidos a Dalton. Soy el director Bryan. Espero que se decidan a que el joven Anderson estudie aquí, es una gran academia. – El director comentó con una sonrisa.

– Verá, señor Bryan. La situación de nuestro hijo no es sencilla y queremos saber si Dalton es el mejor lugar para él. – El padre de Blaine intervino.

– Dalton tiene una política de tolerancia cero con el bullying, su hijo estará bien aquí. – El profesor explicó.

– Blaine no ha tenido nunca problemas con el acoso escolar. – El padre del joven añadió, cambiando su postura por la incomodidad que le daba reconocer "los problemas" de su familia. – Nuestro hijo cree que es gay. Llevamos años intentando curarlo de su enfermedad. Necesitamos un lugar donde él termine de recuperarse y se convierta en un hombre.

– No tienen de qué preocuparse, Dalton es el lugar ideal para Blaine. – El director comentó.

– Me preocupa el asunto de que sea una academia sólo para chicos y que sea un internado. – El señor Anderson mostró su preocupación.

– Blaine estará muy bien aquí.

Los padres del joven aceptaron y el señor Bryan les entregó el uniforme, los libros, la ropa de deporte y el resto de cosas necesarias para su estancia allí. Los tres se despidieron del mayor y volvieron a su casa. Tenían que preparar las cosas para el comienzo de las clases del menor.

Esa noche Blaine no pudo dormir, estaba muy nervioso. No podría encontrar una novia en su nuevo instituto y todo se complicaría en ese sentido. Sin embargo, sus padres no estarían tan pendientes de él porque no estaría las noches en su casa. Podría evitar ir a su casa los fines de semana o fingir que era alguien solitario cuando estuviera allí. No sabía que Dalton cambiaría su vida para siempre.

A Whole New World (Fic Seblaine - boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora