—Maldición ¡Mikaela sal de allí!—Gritó Lacus tocando la puerta con fuerza—¡Llevas allí dos días!
—No quiero, no hay nada interesante allá afuera, además no gano nada con salir—Respondio una voz ronca desde él otro lado de la puerta "Al menos esta diciendo más de dos palabras, es un gran avance" Pensó Lacus aliviado "Pero no es suficiente"
—Claro que hay cosas interesantes —Replicó Lacus nervioso
—¿Que ganaré si salgo?—Preguntó con casi minúsculo interés "Piensa rápido ¿Que le interesa? Que no sea Yuu‐chan, violín o trabajo" Pensó Lacus mirando a su alrededor
—Un poco de aire fresco ¿Quizás?—Sonrió Lacus nervioso
—Tengo aire acondicionado —Respondió Mikaela de forma monótona
—Por favor tienes que salir de ahí y dejar la autocompasión de una vez—Pidió Lacus pero no obtuvo respuesta, se resignó así que agregó antes de darse la vuelta e ir a la sala—Bien como quieras, solo aléjate de los cuchillos o de cualquier cosa que pueda matarte
Lacus se sentó en el sofá y encendió el televisor, de mala gana, no había nada allí que sirviera como entretenimiento decente más que unas cuantas películas de fantasía con el título de Harry Potter y no se que otras cosas azkabanianas, mágicas, un par de documentales de algún asesino en serie y la saga de Destino final.
—No voy a ver esa ...—Suspiró con el control en la mano encendiendo el televisor —¡Oh por favor! ¡Ni siquiera tienes Netflix!
No había caso en tratar de dirigirle la palabra, lo más decente era esa película de aspecto malo e infantil de un niño sosteniendo una rama decorada de madera. En cuanto sonó la intro escuchó una puerta abrirse, Mikaela hizo su aparición envuelto en una cobija blanca, se sentó en un rincón y se quedó en silencio mirando con mucha atención la pantalla, Lacus miró de reojo y notó que movía los labios imitando los diálogos, reprimió la risa tratando de concentrarse en la película
—Esto me da sueño...—Murmuró aburrido, él rubio solo señaló una almohada sobre la mesa
—Si quieres duerme—Respondió Mikaela sin despegar sus ojos de la pantalla
Lacus agarró la almohada y se recostó sobre el brazo del sofá mirando con aburrimiento la pantalla hasta que sus ojos comenzaron a cerrarse solos, vio una sombra levantarse a apagar el televisor para marcharse en silencio aunque no le tomó mucha importancia al acto. Abrio los ojos por fin después de un lapso de tiempo muy corto y encontró una nota sobre la mesa
" Acabo de salir, volveré a las 8, hay comida hecha
no quiero desastres en mi cocina"
Atte:Príncipe de hielo"Le hizo algo de gracia que usara ese apodo, por el momento no estaba tan mal, tenía energías para hacer bromas como esa. Lacus sonrió melancólico mirando lejos, solo esperaba que su amigo oxigenado volviera a ser él mismo y no hablaba de cuando estaba con Yuu, hablaba de como era antes de la muerte de Ashera. No iba a seguirlo, podía adivinar a dónde iba con mucha facilidad.
—Es hora de que los muertos vuelvan supongo—Pensó en voz alta antes de ir a comer de lo que le había dejado Mikaela en el horno
Mientras tanto él rubio no destacaba mucho de la multitud al menos no con el cabello cubierto de tintura marrón y lentes oscuros, su ropa le incomodaba demasiado, no era de su costumbre usar sudaderas informales y pantalones de jean pero al menos así nadie iba a reconocerlo cosa que resultaba un dolor de cabeza con su pánico a las personas aún más con el escándalo causado por Chess que manchó por completo su reputación. Suspiró agotado girando por unas cuantas cuadras agudizando su oído para que nadie le siguiera, se detuvo frente a una vieja y oxidada reja cuya pintura negra comenzaba a caerse de cuando en cuando, tomó impulso para saltar hacia el otro lado y continuar con su camino.