Para los gemelos había un pesado silencio instalado entre sus padres, Eijirou trataba de tararear el tango del gato para distraerse de la pesada tensión entre ellos mientras que Michirou parecía haber entrado a un trance en donde Sirius hablaba y cantaba en mandarín
—Ammm ¿Alguien tiene hambre?—Preguntó Eijirou pero todos lo ignoraron, no pudo evitar emitir un pequeño chillido de protesta
Llegó una mujer rubia a la sala de estar y solo observo el panorama con cierta cautela, Eijirou le lanzó una mirada de auxilio
—Niños ¿Les parece si les llevo leche de manzanilla? Por favor esperen en su respectiva habitación—Indicó la rubia y ambos gemelos solo asintieron caminando en silencio en dirección a la escalera
—Buenas noches papá, buenas noches mamá—Se despidieron antes de llegar al piso de arriba, Horn miró al otro par de adultos quienes estaban separados tal vez por dos metros de distancia
—Lo que sea que esté pasando deberían hablar, Yuu‐sama aunque sea tan difícil haga un esfuerzo—Aconsejó mientras iba en dirección a la cocina—Mikaela‐sama quítese por favor las esposas malditas, le hará más daño si no lo hace ahora. Usted está en su límite y sería muy malo si colapsara ahora
Tras decirlo cerró la puerta de la cocina tras de sí misma dejandolos solos, Yuu se quedó en silencio tratando de asimilar lo dicho por la rubia y tuvo el impulso de subirle las mangas a Mikaela para mirar por si mismo si lo que ella había dicho era cierto. No es que tuviera razones para desconfiar pero usar esa clase de sellos era muy doloroso incluso para un alfa puro como Mikaela, podría regenerar cualquier herida menos de algún objeto de ese tipo.
—Mika súbete las mangas—Pidió Yuu con una voz demasiado ronca y gruesa, él rubio suspiró
—No hace falta eso, solo es hasta mañana—Sonrió Mikaela tratando de tranquilizarlo pero no hubo mucho efecto ya que el sonido de la respiración acelerada de Yuu delataba su esfuerzo por no comenzar a llorar—No llores
—No me digas eso, en serio sigo sin entender porqué eres así—Murmuró Yuu— Subete la manga ahora
—No es tan malo de hecho—Trató de aliviar pero Yuu solo lo tomo del brazo con fuerza y subió la manga él mismo
No era tanto como una esposa como tal, era más una cadenilla de algún metal oscuro que despedía una energía muy pesada y maligna, en contraste con su piel demasiado blanca había algo de sangre y quemaduras con la forma de la cadena, tenía heridas que tenían peor aspecto que ya habían sanado a lo largo del brazo hasta su hombro y tal vez si miraba un poco más tal vez tendría en todo el torso. Cerró los ojos con fuerza y se obligó a tragar saliva, según recordaba Mikaela no era del tipo de autolesión pero esto podría contar como algo así, si su celo era un puto infierno ¿Que efectos había tenido en Mikaela la ruptura parcial del lazo? Podía escuchar su corazón desgarrarse otra vez, esto tenía que parar pero no sabía como hacerlo.
—También estas usando supresores para las feromonas dime Mika ¿Esto es lo que pasaste todo este tiempo?—Preguntó Yuu y él rubio mantuvo su silencio— Por Dios Mikaela eres un alfa ¿Por qué lo hiciste de todas maneras?
—Tú me mordiste, también me marcaste aunque no entiendo muy bien como lo hiciste. Aunque lo intentara no podía soportar el olor de las omegas, demasiado dulce cuando se combinaba con el mío—Explicó Mikaela acomodándose la manga con cuidado— Ese maldito de Ryusuke es muy irritante
—Lo sé—Suspiró Yuu observando a Mikaela
Las luz de las bombillas y el extraño desarreglo de Mikaela era una escena un poco inusual, su camisa blanca un poco arrugada por la caída y su cabello rubio que por alguna clase de milagro había recuperado algo de su brillo dorado, si bajaba un poco la mirada ya podría encontrar una expresión menos cansada de la que había tenido en cuanto había llegado, sus ojos ya no estaban de ese triste y oscuro gris, a su parecer habían recuperado parte de su azul, tenía las mejillas un poco sonrosadas. Mikaela solo se peinó el cabello hacia atrás con sus dedos y lo ató con una cinta corta que encontró tirada por ahí, se le notaba un poco sofocado así que Yuu chasqueo la lengua "La maldita cadena"