23: Secrets à l'aube

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—Admítelo—Murmuró Yuu con una sonrisa cómplice pero Mikaela solo negó la cabeza

—No—Cortó Mikaela cruzándose de brazos dispuesto a ignorar al pelinegro, de pronto aparecieron dos cabezas más entre ellos, uno de cabello púrpura y él otro con el cabello negro

—No seas orgulloso y confiesa—Se burló Ryusuke con una sonrisa maliciosa, Lacus a su lado solo asintió

—¡Que no!—Aulló Mikaela de mal humor dándole la espalda a los tres mientras le subía el volumen a sus audífonos y miraba a la ventana

—¿Que puede ser tan difícil? Ni que te estuviéramos pidiendo que fueras él de abajo—Le restó importancia Lacus mientras se quitaba de en medio e iba a buscar a los niños

—Bueno no es como si fuera imposible, en otra historia puede que seas él de abajo—Murmuró Ryusuke para si mismo, Mikaela se giró a verlo irritado

—¿Que dijiste?—Preguntó él rubio en voz baja y él pelinegro de ojos bicolor solo se aclaró la garganta y sonrió con inocencia

—Que tal vez podría gustarte que te den contra el cemento—Bromeo antes de salir corriendo detrás de Lacus antes de que Mikaela pudiera tratar o que se le ocurriera correr tras él cosa que no sucedió pero casi

Yuu no podía dejar su sonrisa burlona porque sinceramente esto era una situación cliché de la que ni él príncipe de hielo podía ser inmune, solo iban a regresar a Japón juntos. Bueno ese no era un problema en sí, su familia estaría esperando en el aeropuerto más específicamente sus padres y Shinoa. Mikaela no es que hubiera hecho algo malo o al menos no recientemente si no que aquel maldito programa se había transmitido a nivel nacional de todas formas solo por hacer una demostración Shinoa habia empujado a Mikaela desde el quinto piso así que si se encontraba con Guren que se sabía era casi la copia de Yuu tal vez no podría sobrevivir y si llegaba a sobrevivir seria sin sus testículos.

Apreciaba mucho sus bolas como para que alguien se las quitara. Él rubio tragó saliva ante el pensamiento

—Estás tenso—Murmuró Yuu

—Claro que no—Negó Mikaela y Yuu suspiró

—Acabas de romper la botella de refresco, también el posa brazos y no tengo ni idea si el suelo venía así de fabrica porque tiene la huella de tu pie de tanto que llevas golpeando—Señaló Yuu de forma obvia— No sé si tengo que agregar más pero de todas formas no es como si fueras hacia la guillotina

—Yuu ¿Debería escribir su testamento?—Se escuchó la voz de Ryusuke a lo lejos haciendo que Mikaela se tensara al instante antes de sonreír de forma forzada

—Recuerdame porque lo trajimos con nosotros—Pidió Mikaela tratando de mantener la calma— Lo voy a terminar lanzando del avión sin paracaídas

—Es capaz de sobrevivir una caída de esas. Ya lo intenté y por última vez los niños pidieron un viaje con su tío adoptado y fue lo primero que se me ocurrió—Respondió Yuu ante la mirada incrédula de Mikaela— Y porque se escabulló en el equipaje

—¡Yo le enseñé eso!—Gritó Lacus orgulloso mientras que él rubio rodaba los ojos fastidiado

De todas las personas ¿Por qué tenía que ser él? El universo estaba probándolo o conspirando en su contra aunque ese pensamiento era nuevo ¿Se le estaba pegando la forma de pensar de Yuu‐chan?

—Dormiré un rato—Suspiró Mikaela cansado mientras se recostaba del regazo de Yuu como si nada

Si no estuviera acostumbrado y Mikaela no hubiera pasado una semana tan difícil ya que había pasado varios días en el hospital antes de que le dieran de alta lo habría empujado hacia la ventana y que durmiera allí pero simplemente lo dejo estar sin importar que al rato comenzara a acalambrarse sus piernas.

Perfecto desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora