15: Est sur le point de commencer

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—Supongo que algunos días son mejores que otros—Habló una mujer de largo y lacio cabello negro, estaba tranquila en su apartamento mirando un poco lejos, suponía que era algo tarde con el lugar tan alto que había ocupado la luna en el cielo

Se escuchó un sonido de gritos ahogados pero ella ni se inmutó, se sentó sobre la mesa y encendió un cigarrillo, podía contar con sus dedos los días que habían pasado desde la última vez que había fumado pero decidió dejarlo estar y darse el lujo de fumarse uno. Quien sabe si podría hacerlo de nuevo, una mujer tan hermosa como ella no debería recurrir a tales medidas para deshacer su estrés

—Oh cierto que estoy en casa. A veces suelo olvidarlo—Se río de ella misma mientras que se quitaba la peluca negra y la faja que mantenía su delgada figura de muñeca, ahora sus pechos estaban al descubierto aunque tampoco le importaba. Su cabello rizado y morado oscuro había crecido un poco hasta llegar a sus hombros, no es como si tuviera tiempo de cortarlo— Dime se supone que los muertos están en las urnas pero fue una grata sorpresa encontrarte merodeando por ahí

Se escuchó aún mayor los sonidos de gritos y quejas ahogadas, la mujer hizo una mueca, que aburrido era charlar sola aunque ella misma fuera una ególatra narcisista a veces requería de alguien alabandola. Decidió levantarse de su lugar dejando el cigarrillo en el suelo para pisarlo, le quitó la mordaza a aquella joven de cabello lacio y morado al igual que ella, tenía colmillos y despedía un aura bastante oscura típica de los demonios, gracias a los pergaminos sagrados que había conseguido sería fácil contenerla después de todo aún no era tan fuerte como para resistirse

—Si mal no recuerdo te llamabas Ashera, estoy algo sorprendida ya que nos parecemos más de lo que creía. Quizás por eso él no pudo deshacerse de mí por su cuenta—Sonrió divertida ante el recuerdo— La canción que le diste antes de perder tus recuerdos era de invocación supongo, te convertiste en su perro guardián

—¿Y qué tiene que ver contigo?—Interrogó Ashera con sequedad, la mujer se vio intrigada por aquel comportamiento

—Mi padre solía experimentar conmigo y demonios que conseguía de una prisión cercana. Nunca había visto un demonio tan extraño, los proteges sin saber quiénes son ¿Que clase de lealtad es esa?—Preguntó con verdadera curiosidad pero ella no respondió— Supongo que yo nunca podría saberlo, da igual no es como si lo necesitara, es curioso pero nada más que eso

—¿Para que estoy aquí? No te conozco—Recriminó con voz algo rasgada como la de una bestia enjaulada, la mujer pareció sonreír de forma siniestra

—Me siento herida de que no me reconozcas. Quizás haga una excepción contigo después de todo—Se dio la vuelta en busca de alguna de sus herramientas—Me llamo Chess, una lástima que hayas hecho todo eso. Quizás seríamos amigas o quizás tú hermano menor no hubiera sido tan fácil de manipular

—¿De que hablas?—Eso había sonado con inseguridad

—Fue tú culpa todo lo que pasó, ahora no entiendes pero te vas a sentir mal ¿Te acuerdas cuando fue tu funeral? Habías cambiado lugar con Yui Hyakuya quien ya odiaba su vida aún más que antes al saber lo que te harían, le hiciste prometer a Mikaela que nadie más lo sabría. Él comenzó a aislarse de su familia porque no soportaba ver a su madre tan destruida después de tu "muerte", sus amigos trataron de hacerlo entrar en razón pero no los quiso escuchar así que decidí que iba a ayudarlo—Relató con una tranquilidad y diversión maligna incluso para Ashera quien estaba convertida en un demonio— Agradezco todo lo que hiciste en serio. Me hiciste el trabajo más fácil

—¿¡Que diablos ganas de esto?! Si ya entendí tu capricho por Mikaela pero ¿Que hay de ese omega? ¿Por qué?—Interrogó Ashera con auténtico terror en su rostro, aunque no podía recordar persistía con fuerza el deseo de salir de allí y advertirles sobre esto. Chess se encogió de hombros

Perfecto desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora