Eran las tres de la tarde y él azabache ya quería tirar la toalla de todo, Ryusuke había insistido hasta el cansancio de hacer esto hasta al punto de que convencer a Ferid de hacer los trajes para las fotos y ahora que ya estaban en el estudio se suponía que Ryusuke tendría que llegar con unos adornos y quien sabe dios que otra cosa, Lacus se había ido a acompañarlo y ahora estaba muerto de aburrimiento
—Mamá tiene una cara rara—Murmuró Eijirou mirando al azabache mientras entre cerraba los ojos
Como no planeaba dejar a sus hijos rodando por ahí también decidió traerlos y ahora estaban en el suelo coloreando con unos crayones aunque Eijirou ya se había aburrido de eso
—¿Me prestas el azul?—Preguntó Michirou, Eijirou se giró a verlo y asintió así que Michirou felizmente agarró el crayón azul para continuar con su tarea
—No sabía que mamá podía estar aburrido—Suspiró Eijirou y luego se acostó en el suelo a mirar el techo— En efecto el techo está hecho de techo
—Esto no es muy común. Siempre estás corriendo de un lado a otro—Comentó Mikaela cruzando la puerta mientras se tomaba un té frío. Yuu solo bufó
—Estás acostumbrado a tener la misma actividad física que una patata obviamente a ti no te afecta—Respondió él azabache en un tono hilarante antes de jalar su cabello de frustración— ¿Que puede tomarle tanto tiempo?
—¿No te parece que es culpa tuya por haberte apurado tanto? Desde las seis de la mañana estabas diciendo que tenías muchas cosas que hacer y las terminaste apurado antes de llegar aquí ahora tienes mucho tiempo libre—Replicó Mikaela caminando hacia él y sentándose en uno de los muebles— Tal vez se accidentó y quedo en coma
—Ryusuke no se puede morir, si puede caer de un edificio y estar relativamente ileso, un accidente de ese tipo es como una pequeña cortada de papel—Argumentó mientras tamborileaba los dedos sobre la mesa con impaciencia
—Mamá es demasiado tsundere ¿Al menos puede admitir que si quiere a tío Ryu? Algo así como quiere a tío Gyu. Ahora que lo pienso los trata igual... A patadas—Intervino Eijirou en un tono de voz demasiado meloso como para tratarse de su temperamento. Yuu no pudo evitar hacer una mueca
—Tú mocoso ¿Desde cuándo miras esas cosas? Pensé que estabas demasiado ocupado mirando Pucca—Murmuró Yuu algo irritado aunque fue lo suficiente para que Eijirou pudiera escuchar. Él niño solo lo miró con seriedad mientras se encogía de hombros aunque en su mirada parecía estarse debatiendo si responder o no
— ¿Quieres que te lo diga?—Preguntó Eijirou con inocencia— Bueno desde que dijiste que serían amigos
—Sabía que no tenía que preguntar—Suspiró Yuu y luego miró de reojo a Mikaela quien parecía estar más concentrado en tomarse su té antes que prestar atención a la conversación
Eijirou solo sonrió con dulzura antes de girar su cuerpo para retomar su dibujo. Él rubio mantenía una mirada extraña ante el ambiente, nuevamente había silencio y había una pequeña preocupación con respecto a que Ryusuke y Lacus estuvieran en el mismo auto buscando los adornos para ambientar el estudio
—¡Al diablo!—Estalló la paciencia del azabache mientras agarraba su teléfono de la mesa con violencia y se ponía a marcar un número mientras daba pequeños golpes al suelo con el pie demostrando su impaciencia. La llamada no caía y eso ya era una muy mala señal—¿¡Por que carajo no contesta?!
Para evitar problemas en el futuro Michirou y Eijirou se cubrieron los oídos mientras su madre maldecía a diestra y siniestra a su tío Ryu.
—Yuu‐chan si esa cosa es tan resistente como una cucaracha mejor ni te preocupes por él —Sugirió Mikaela ante la mirada asesina de Yuu que había dejado de tener efecto en él
