20. Te lo prometo.

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Este capítulo tiene algunos términos médicos, no soy experta en el tema pero investigue para saber que escribir y que fuera parecido a la realidad

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Este capítulo tiene algunos términos médicos, no soy experta en el tema pero investigue para saber que escribir y que fuera parecido a la realidad. Repito, no soy una experta en esta área y puede que haya mezclado un poco con fantasía. de todos modos disfruten el capítulo y lean la nota de autor, por favor <3

LIAM.

El dolor en mi rodilla había disminuido pero aún sentía molestia, una muy grande. Al menos ya no me retorcía del dolor, era algo bueno ¿cierto?

Mi padre y mi madre hablaban con el medico a unos metros de mí. Por otra parte, Liana y Cassia estaban de pie a mi lado. Mi hermana melliza tenía la mirada gacha y cada tanto sorbia su nariz con fuerza. La conocía, estaba preocupada. Cassia, por el contrario, me regalaba una que otra sonrisa de boca cerrada, pero también la conocía y solo estaba tratando de transmitirnos tranquilidad.

Me sorprendí al verla entrar en la habitación, hace un tiempo me había contado que no le gustaban los hospitales. Su madre murió en un accidente automovilístico, ella estaba en la escuela cuando sucedió y, al enterarse salió rumbo al hospital con su padre. Al llegar el médico le anunció que había sufrido un derrame cerebral por el impacto del accidente y había fallecido minutos antes. Tal vez por eso me sorprendió tanto verla aquí, vino a acompañar a mi hermana que estaba asustada, sonreía a pesar de que también debía sentirse igual.

Cassia era muy fuerte.

Liana levantó la vista hasta mi rodilla y volvió sollozar bajo.

—Liana, no voy a morir. Lo sabes ¿no? —expliqué.

—Nunca te había visto así, tengo el derecho de llorar por mi hermano. Lo sabes también ¿no? —dijo ella con el labio inferior temblando.

Que dramática.

Mira quién habla.

—Creo que si Tyler te terminara, no llorarías tanto —bromeé.

—Eres un idiota.

—Cassia, dile que no llore —pedí a la castaña.

—Está preocupada. Ojalá yo tuviera una hermana que me quisiera tanto como Liana a ti —expresó.

Hice un mohín.

—Si Hayden te escucha decir eso probablemente te haga una rabieta —bromeó Liana.

—Se que es como mi hermana, pero ella es la hermana rebelde y mimada.

—¿Y yo que soy?

—La dulce y sensible.

—Supongo que tú eres la genial y popular —sugerí siguiendo el juego.

—Exactamente —sonrío.

Hablé unos minutos más con Cassia y Liana. Mi hermana había conseguido tranquilizarse, la verdad, era un alivio. Cada vez que ellas reían aprovechaba para poner una mueca. El efecto del medicamento estaba pasando.

¿Y si contamos las estrellas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora