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'' ¡No!, es decir... O sea, es que vi las fotos de casualidad.'' Mintió con sus mejillas levemente rosadas al verse sorprendido. ''Eres muy lindo, yo... no pude contenerme.'' Izuku no entendía de donde había salido tal confesión. Estaba seguro de que así lo pensaba, porque así era; Katsuki era un chico muy atractivo y lindo a la vez, pero aquello prefería guardárselo.

Katsuki lo miró con una expresión extrañada, sin saber realmente lo que ocurría a su alrededor.

'' ¿Lindo?'' Katsuki repitió la palabra para asegurarse de que había escuchado bien, saboreando como se sentía en sus labios.

Izuku asintió, el pecoso podía sentir sus orejas arder; ¿Cómo se le había escapado algo así?

''Crees que soy lindo.'' Volvió a mencionar el rubio, que lo miraba con unos ojos enormes, extraños de ver en él. Y es que en realidad no comprendía bien.

Izuku ante aquella mirada atónita del menor volvió a sentir como su estomago se retorcía. Ese algo dentro de sí lo estaba volviendo loco.

''Creo que eres de los chicos mas lindos que alguna vez haya visto.'' Confesó motivado por aquella expresión, esperando tener el privilegio de poder observar aquel rostro húmedo por las lágrimas iluminándose de nuevo. Era cierto, no podía mentirse a sí mismo. Desde aquellas pestañas húmedas hasta esa figura que llamaba su atención; todo en Katsuki era lindo.

El rubio se sonrojó levemente ante las palabras del contrario. Y es que aún no lo comprendía.

Había visto aquellas fotos y seguía juntándose con él, intentando defenderlo, siendo su amigo, preocupándose y cuidándolo, y no lo hacía por sexo.

A pesar de haber visto su tétrico pasado seguía aquí, sosteniendo su figura entre aquellas grandes manos, secando sus lágrimas y diciéndole cuán lindo era.

Lindo

Esa palabra...

Tan pura e inocente, digna de ser utilizada por un niñito de 15 que está enamorándose por primera vez.

Katsuki no recordaba cuándo había sido la última vez que alguien lo había llamado lindo; ni siquiera recordaba a su madre diciéndoselo. Y es que tampoco alguna vez pensó en que alguien le dijese aquello, porque en definitiva no se percibía de aquella forma.

Alguien lindo es alguien resplandeciente, que brilla cuando su piel entra en contacto con el sol, que bajo las estrellas resplandece aún más. Que tiene el cabello suave y una perfecta sonrisa. Que se preocupa y es generoso...

''Tu eres muy lindo'' murmuró Katsuki mirando a Izuku, que casi se atora al escucharlo. Y es que sintió como su corazón se saltó un latido ante aquello.

Notó el momento exacto en que el rubio se perdió en sus propios ojos, sólo observándolo con aquella calma expresión que presentaba leves dejes de sorpresa aún. Sus enrojecidas mejillas y ojos levemente hinchados le daban un aspecto puro, adorable.

Izuku no lo notaba, pero en ese mismo segundo él se había perdido en aquel rostro que lo contemplaba en silencio, haciéndolo sentir de alguna forma afortunado, pues el menor lo admiraba como si fuese una carísima obra de arte.

Acarició la magullada mejilla del menor, que se recargaba sobre su mano ante el contacto como si se tratase de un gato en busca de mimos, pero sin despegar de su propio rostro.

Izuku sabe que podría haberse quedado ahí por horas, solamente observándose el uno al otro en aquel sillón donde sus cuerpos juntos albergaban el calor suficiente para estar a gusto. Pero ese algo en su interior se movió obligándolo a reaccionar.

El rubio de Artes // DKBKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora