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Katsuki más que pedir autorización para desaparecer el fin de semana junto a Izuku sólo se limitó a avisar que lo pasaría fuera, acampando con su nuevo amigo.

Mitsuki solo suspiró al escucharlo, al menos había avisado esta vez. Y por lo que pudo apreciar del chico de cabellos rizados y pecas no lucía como alguien malo, ni malintencionado.

De serlo tampoco habría mucho que pudiese hacer en contra la verdad, pues Katsuki para sus padres se manda sólo, intentar limitarlo sólo es generar más violencia en la pequeña casa. Siempre y cuándo supieran con quien y dónde estaría el rubio Masaru y Mitsuki se quedarían tranquilos, después de todo Katsuki no es tonto, y sabe cuidarse sólo.

O eso creen, la verdad es que no tienen idea; no es como si supieran de cuándo Katsuki fué violado en la facultad de ingeniería por Inasa, o del acoso de parte de Shindo o Dabi. 

El rubio empacó dinero de su último pago para pasar a comprar botanas antes de emprender camino, también ropas abrigadas, un repelente de mosquitos y diversas mantas acompañadas de su bañador. Empacó su almohada y algunas entretenciones, como un pequeño parlantito inalámbrico, un libro y su libreta de bocetos.

Tal como acordaron ambos la noche anterior, Izuku se apareció la mañana siguiente fuera la casa de Katsuki. El rubio no pudo evitar, pero reír ante la ridícula gorra de All Might que escondía sus revueltos rizos bajo la gruesa tela lanuda.

Izuku al empacar las cosas de Katsuki analizó de pies a cabeza al dulce chico, vestía una camisa leñadora abotonada hasta el cuello color almíbar que según Izuku combinaba perfecto con su dulce ph.

Quizás estaba obsesionándose un poco a este punto, pero no hay detalle relativo a Katsuki que a Izuku no le encante.

Izuku se despidió con una seña de manos de los adultos que despidieron a Katsuki en aquella puerta de entrada, y sólo una vez dentro del auto abrió su bocota.

"Aún me sorprende lo igual que eres a ambos de tus padres"

"Tú eres igual a tu mamá, sólo que ella no tiene pecas y tiene el pelo lacio."

"Quizás algún día conozcas a mi padre, el tiene el pelo negro y está repleto de pecas, también tiene rizos, y es muy alto.''

"Uh, el cabello negro y los chicos altos me gustan, quizás podrías presentármelo algún día" Bromeó el rubio acomodando sus gafas en el puente de su curva nariz.

Katsuki perfectamente pudo haber mencionado las pecas y los rizos, pero no quiso complacer a Izuku, no le subiría el ego.

Tampoco es como si lo necesitara.

Izuku se congeló ante el comentario, sin en realidad captar al 100% la broma. Apretó sus manos en el volante y en el rojo de una esquina volteó a mirar al rubio, que mantenía una casual expresión indescifrable tras esas tiernas gafas.

¿Izuku estaba siendo paranoico o de verdad Katsuki había descrito a su ex en esas palabras?

Katsuki notó al instante la cara de espanto del pecoso, y ante esa expresión de duda y quizás que teorías conspirativas alrededor de su intento de broma posó su mano sobre el muslo del mayor.

"Era una broma, tonto"

Katsuki se sintió tonto al explicarse, o al preocuparse de una eventual inseguridad en el pecoso. El no era así, no era compasivo.

Era un gesto extraño en su comportar, pero de pronto esa expresión de duda en Izuku lo hizo sentir sobreprotector. No quería hacerlo sentir mal, y le dolía admitirlo.

El rubio de Artes // DKBKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora