Izuku había apuntado a la nariz, pero estaba tan ebrio que terminó golpeando su ojo.
Sero se llevó la palma al rostro adolorido y confundido.
A Sero le costo entender en que se veía envuelto, estaba tan drogado que se le dificultó comprender la situación, sólo veía una mata verde de cabellos intentando golpearlo.
''El conejo.'' Fue lo único que logró articular antes de que Izuku tomara con fuerza su camisa, empuñando ambas manos en su pecho.
Izuku estaba fuera de sí, los celos lo carcomían y sentía la necesidad imperiosa de deshacerse de toda amenaza que pudiese alejar a aquel rubio de artes.
Y ahí lo tenía, la mayor amenaza que podía existir en su cabeza lo miraba confundido, claramente sin señales de querer pelear, pero molesto a la vez por la repentina violencia.
''Suéltame'' Sero dijo con algo de hostilidad en su voz. El delgado chico era pacifico por regla general, pero podía ser bastante intimidante cuando se lo proponía.
Después de todo era bastante más alto que Izuku, pero tenía menos masa muscular.
Izuku lo sacudió de su camisa antes de volver a lanzar otro ebrio puñetazo, esta vez a su mejilla. Sero de una u otra forma logró evitar aquel golpe, no esperó mucho espacio para golpear el pecoso rostro del chico que tenía encima.
Se escuchó como un ruido sordo, Sero acostumbraba a usar numerosos anillos en sus manos, y aquellos funcionaban como una verdadera manopla a la hora de golpear al contrario.
Izuku se tambaleó hacia atrás por el impacto, si bien Hanta tenía menos fuerza los anillos lo compensaban con creces.
La ceja de Izuku se partió al contacto con el metal.
Pero aquello no fue suficiente para derribar al pecoso, éste se abalanzó contra el delgado chico mientras una gota de sangre bajaba por su párpado.
Sero confundido empujó y se defendió dentro de sus capacidades del chico que parecía haber perdido la cordura. No entendía bien lo que ocurría, pues Izuku no le había dirigido la palabra, pero suponía que era por Katsuki, era lo único que podría tener sentido.
Izuku gritó al golpear a Hanta, estaba totalmente fuera de sí. Poco a poco la rabia, los celos, el enojo y aquel sentimiento de inferioridad lo consumía, como si de un papel en una hoguera se tratase.
''¿Estás bien?'' Eijiro se había agachado al lado de Katsuki, quien ebrio, drogado y confundido miraba la escena desde el suelo.
''Que les pasa'' Cuestionó algo asustado, pues la pelea era acalorada y los chicos no parecían accesibles para conversar. ''Mierda, mi tobillo.'' Se quejó arrugando algo su entrecejo en una expresión de dolor. Pues Izuku lo había lanzado con fuerza a un lado, haciendo que se torciera un tobillo al caer.
Después de todo estando en aquel estado era difícil ser ágil.
La gente comenzaba a apilarse alrededor de ambos estudiantes de derecho, que parecían perros rabiosos en aquel borde del balcón, golpeándose como si fuesen a solucionar algo de aquella forma.
Eijiro dudó, no sabía en realidad como meterse en aquella contienda para proteger a su amigo, y es que no había apertura alguna. Tampoco comprendía bien por qué Izuku había decidido entrometerse entre Sero y Katsuki. Izuku no tenía nada que ver, no tenía ningún derecho a entrometerse.
Por otro lado, quería cuidar a Katsuki, quien no podía ponerse de pie por el dolor en su tobillo.
Estaba frustrado, quería ayudar a Izuku y al rubio, pero a la vez estaba molesto con su amigo por haberle hecho daño al chico de artes, también estaba confundido y extrañado de su violenta reacción.
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El rubio de Artes // DKBK
FanfictionKatsuki de 19 años cursa su segundo año en la facultad de artes de la prestigiosa Yuuei, e intenta sobrevivir a su vida universitaria con violencia ante los abusos y hostigamientos de aquellos desagradables bullys restregando en su rostro sus errore...