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Izuku no salió de su habitación en todo el día. Estaba demasiado avergonzado como para ser visto por alguien.

Los golpes en su rostro ardían, su ánimo estaba por el piso y de pronto toda la culpa que no había sentido anoche lo golpeó; junto a un terrible miedo de ser descubierto por su novia.

Ochako lo había llamado un par de veces, pero se había acobardado de siquiera responderle.

Prefería ignorar la realidad y hundirse en aquella pila de almohadas, cojines y mantas que era su cama, también había ignorado a sus amigos; ni siquiera había salido de su habitación para comer cuándo Shoto lo llamó a disfrutar de su especialidad, Soba frío.

No se perdía de mucho de todas formas, Todoroki era terrible en la cocina.

Se quedó finalmente dormido por la tarde, y terminó despertando alrededor de las 8 de la noche gracias a su móvil que vibraba sin parar nuevamente.

Contestó después de leer el nombre de Uraraka en la pantalla, estaba nervioso, no por haberle sido infiel con Katsuki en el pasado, sino por ser descubierto.

''¿Izuku?'' una preocupada voz se podía escuchar del otro lado de la línea.

''Cariño, lo siento, he dormido todo el día.'' Se disculpó al instante, esperando que el nerviosismo en su voz no lo delatase.

''Estaba preocupada, supe algo de que anoche Sero Hanta de quinto te golpeó.'' Izuku se congeló ante aquella frase.

''Uh, estaba algo ebrio y no recuerdo bien como se armó la discusión, pero sí.'' Mintió descaradamente, esperando que su novia no supiera en realidad lo que había pasado.

''Llamé a Shoto y me dijo que estabas herido, si quieres puedo pasar a cuidarte un momento.'' Habló con preocupación y afecto en su voz, sin cuestionarlo.

No la merecía, pero a estas alturas Izuku ni siquiera podía darse cuenta.

''No, no. Cariño, perdóname, estoy muy cansado y la resaca aún me mata.'' Mintió, la resaca había acabado hace horas. Sólo pasaba que no quería ver a nadie.

''¿Podría verte mañana entonces?, te extraño mucho.'' Su voz se escuchaba pequeña y algo triste, era cierto que Izuku últimamente había estado muy ausente en la relación, y es que tenía la cabeza en otras partes.

''Claro, podemos almorzar juntos si deseas en el break de las doce.''

''Gracias mi vida, espero duermas muy bien y amanezcas con menos dolor. Mañana me cuentas lo que ocurrió, me preocupé mucho cuando me enteré.''

''Si, si. No te preocupes, estaré bien, son sólo rasguños.''

''Descansa, te amo.''

''Te amo, adiós.'' Izuku cortó y suspiró hondo.

De verdad no se había enterado. Al menos en eso tenía suerte.

Después de todo ahora que lo pensaba bien era difícil que su novia se enterase, pues la fiesta era dela facultad de artes y era extraño que carreras tradicionales asistieran a aquellas facultades.

Tampoco es como si Ochako fuese popular o contase con muchos amigos, apenas tenía Tsuyu. 

...

Katsuki de verdad no tenía autocontrol a veces. De verdad se detestaba, y detestaba a Sero con su estúpida cara de bobo, que lo observaba como si se tratase de un perrito mojado.

Así lo hacía sentir el pelinegro, débil y desamparado cuando se trataba de llevarle la contraria, el bastardo tenía poder sobre él, y ni siquiera sabía cómo. Pero se le hacía muy fácil ceder cuándo por debajo de la mesita de la cafetería acariciaba su muslo, era difícil esconder como su piel se erizaba cuándo apretaba entre sus heridas manos su delicada piel; el rubio se transformaba en una masilla, que el mayor podía esculpir a su gusto; él se dejaría, lo permitiría.

El rubio de Artes // DKBKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora