El Corazón del Bosque |Boku no Hero Academia|

Las rebeliones deben ser planeadas

Izuku mordió sus labios de forma nerviosa creyendo que con eso podría alejar sus pensamientos sobre si lo que iba a hacer era inmiscuirse demasiado en cosas que no eran de su propiedad o si era necesario el favor de su destinado.

Miró a Recovery Girl, ella había aceptado su derecho como futuro líder y se había comportado de manera muy respetuosa con él, Izuku aún no creía que todo eso de ser un monarca en proceso fuera realidad; siempre creyó que las clases que su padre le daba eran sólo una forma de entretenerlo con la etiqueta y protocolo que antes no sabía era para situaciones en la que la nobleza tendía a estar dispuesta aceptar.

¿De verdad él era un príncipe? De acuerdo, siempre se sintió en confianza, pero tener la responsabilidad de ser un heredero con la suficiente autoridad para pelear por un reino era extenuante y agotador.

Tōya estaba a su lado observando de vez en cuando a la anciana como si ésta fuera un bicho raro y debiera ocultarse de ella, Izuku lo entendía, lo que estaba proponiendo no era sólo un juego de niños, era borrar todo lo que había logrado en esos siete años alejado de su familia.

--- Tōya no es necesario hacerlo si no te sientes cómodo. Sólo estaba pensando que debe ser doloroso para ti cargar con eso--- dio leves palmadas al espacio que estaba junto a él en la cama, dándole con palabras mudas la seguridad que le faltaba al pelinegro, sonrió cuando él se acercó sin ningún inconveniente, tal como si lo que acabara de decir fuera lo que siempre espero oír.

--- Por mí está bien. Esta será una nueva etapa en mi vida--- dijo él volviendo a ver a la anciana y cerrando los ojos para que ella empezara con su trabajo.

Izuku miró a Recovery Girl y asintió para que ella tocara sus cicatrices y susurrara qué era lo que pensaba sobre las marcas.

--- Están muy maltratadas, es imposible que no queden cicatrices, pero, con algo de tratamiento, la piel volverá a lucir normal y no será necesario tener grapas para sostenerla--- su voz hizo temblar a Tōya como si ésta le recordará todo el dolor que pasó al lado del Rey rojo---. Sólo unos cuantos besos serán suficientes para que todo luzca normal, claro qué te sentirás cansado después de esto, pero es totalmente común.

Izuku ayudó a Tōya a recostarse en sus piernas, colocando su cabeza en una posición que fuera cómoda para la consejera, acarició su cabello con cariño y empezó a tararear una canción para evitar que él pensara en algo más que su propia recuperación.

Recovery Girl comenzó a repartir besos por el rostro del chico y, antes de que se diera cuenta, la piel morada empezó a cambiar de color a uno más sano, también pasó a mejorar los parches en el resto de su cuerpo y hacer el mejor trabajo posible por esa sesión.

Esto era un gran avance, el dolor empezaría a irse de la mente de su destinado cuando pudiera comenzar una nueva vida a su lado. Este era sólo el primer paso hacia el mundo de oportunidades que tendrían en cuanto reclamara el trono, el mismo se encargaría de que los problemas ya no fueran importantes en su vida y, si tenía que pelear por ello, lo haría.

Dabi continuó con los ojos cerrados, sintiendo en sus músculos una relajación que podía hacerle dormir con facilidad, el cansancio adornaba sus pestañas y, con las caricias que su omega daba en su cabello, era imposible no caer en los brazos de Morfeo.

Midoriya aspiró el aroma lluvia que inundaba la habitación, este tenía una leve esencia a calidez, resultando en una combinación que te atrapaba en las fauces de un hogar en el que se podría ser muy feliz. Tan suyo y tan perfecto.

Las marcas desaparecieron con el pasar de los minutos, su rostro se veía más compuesto y menos maltratado incluso si quedaban un par de cicatrices en donde antes estaban las uniones de los pedazos de piel, no pudo evitar soltar sus feromonas de omega, provocando una sonrisa discreta en el rostro de su alfa de ojos azules, los demás estaban preparando todo afuera, sabían que el mayor de los hermanos Todoroki necesitaba su espacio, un lugar en el que sus instintos se sintieran calmados y la amenaza de un duelo con los monarcas no fuera la realidad de su pareja destinada.