Sueños del pasado

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Fuyumi no se sentía muy segura con lo que estaba sucediendo.

Momo estaba ahí, mirando a Natsuo de una manera acusatoria por lo que acaba de decirle, su hermano menor rascaba su nuca intentando descifrar como seguir contando su plan a su novia sin terminar arruinando más la situación y ella sólo pensaba en como aclarar sus pensamientos sobre lo que harían de ahora en adelante.

---Entonces... ¿Soy la única que les puede ayudar? ---sus palabras sonaban dolidas, más por el hecho de que pronto sería abandonada que por el sentimiento de saber que Shōto había desaparecido.

---Sólo debes ayudarnos con las esposas de mamá, del resto nos encargamos nosotros.

---Unas llaves, claro que puedo hacerlas, pero...--- Fuyumi no quería entender lo que significaba esa duda en su tono de voz, ella misma lo estaba experimentando al momento de imaginarse dejando todo atrás.

---Momo yo... nosotros necesitamos tu ayuda.

---Eso lo entiendo, pero, no creí que todo sucedería tan pronto--- la chica se mostró apagada, casi suplicando que no la dejara y que se quedara con ella. Él la tomó entre sus brazos.

---Hey, cuando todo esto acabe te prometo que vendré por ti, huiremos juntos---se permitió sonreír por un momento al apreciar su ceño medio fruncido, algo muy poco digno de una chica de la nobleza---Sólo debes esperarme.

La pelinegra asintió y, luego de apaciguar su olor a camelias a duras penas, miró a la casi albina.

---Necesitaré un poco de tiempo para averiguar su composición química, espero puedan esperar---le dijo de manera dulce, deseándoles lo mejor en lo que sabía sería su nuevo futuro.

---No habrá problema.

Yaoyorozu depositó un suave beso en la mejilla de alfa en la habitación y se dirigió a la beta mayor.

---Fuyumi... ¿Qué le diré a Tensei? ---una pregunta fácil, dolorosa para la princesa, pero necesaria---¿Él lo sabe o...?

---Se lo dirás luego de que escapemos, no creo tener la fuerza para despedirme.

---Entiendo.

---Dile que lo siento, pero que espero volverlo a ver--- ella no lloraría, ya había decidido que iría con su familia a donde fuera, pero no pudo evitar sentirse melancólica por su pareja.

Momo sonrió.

---Se lo diré.

Claro que también dolía.

(...)

Izuku estaba bien, dentro de lo que cabía, bien.

No es que qué Hitoshi se negara a dirigirle la palabra le diera indicios de cuan mal estaba todo, pero en su defensa, Tenya no estaba tan molesto con él.

Ya el subidón de adrenalina había pasado, ya se encontraban en tierra segura y lo que quedaba era disculparse por haber hecho caso omiso a sus advertencias sobre que Tomura no era alguien agradable y que meterse con él era menos recomendable que hacer enojar a Bakugō, pero lo hecho, hecho estaba.

---Lo...

---Nada de disculpas, ahora mismo me explicas que estabas haciendo en el castillo oscuro y por qué tenías que traerlo a él--- el pelimorado señaló a al pelinegro mayor insinuando que su presencia no era grata, aspiró con fuerza deseando que su mal humor estuviera el tiempo suficiente para regañarle como es debido.

---Debía traerlo---Izuku no recordaba la última vez que había tenido que dar explicaciones, lo único que pasaba por su mente era la vez que su padre le explicó que algo malo había sucedido con Tōya y que tenía más que prohibido salir del bosque a buscarlo.

El Corazón del Bosque |Boku no Hero Academia|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora