El Corazón del Bosque |Boku no Hero Academia|

Izuku Midoriya

Alrededor de unos treinta y un años atrás todo había colapsado en el Gran Reino.

All Might era el rey más noble que hubo alguna vez, generoso y servicial, dispuesto a darlo todo por su pueblo.

Lastimosamente eso no evitó que fuera traicionado.

Dos aspirantes a héroes y un villano terminaron por atacarlo por la espalda, Enji Todoroki, con la edad de dieciséis años, y Masaru Bakugō, con sólo trece, conspiraron junto al villano más temido de todo el reino para tomar el trono.

La aspiración a más poder combinado con sueños infantiles en palabras de un manipulador tejieron una red de mentiras en la que los valores terminaron por perderse y la justicia no fue dada a los perpetradores.

Nadie sabe cómo pudieron derrotar al noble Rey que estaba en sus mejores años, la historia nunca fue contada y por más que se aseguraba que All Might fue muerto a manos de esos tres hombres, su cuerpo no fue presentado para una digna sepultura.

Muchos decían que el Rey no había muerto, otros que fue devorado en busca de arrebatarle su poderoso Quirk y los demás aseguraban que había huido al verse acorralado y dejado su corona al sentirse como un cobarde.

De todas maneras, nadie pudo hacer nada.

¿Por qué enfrentarse a aquellos que pudieron derrotar al poderoso Rey? ¿De verdad podrían hacerles frente?

Nadie lo intentó y por eso la población terminó por verse dividida. Tres reinos fueron creados a partir del Gran Reino, divido en pos de esos hombres ansiosos de poder.

Uno con magia, uno con armamento y otro con conocimiento.

Juntos eran poderosos, pero separados no eran ni la sombra de lo que fueron. Uno con un Rey demasiado joven, el cual sólo quería llenar de elogios a la chica con la sintió una conexión, otro con un joven Rey el cual sólo ansiaba superar a su héroe y tener lo suficiente para encontrar a su destinada y el último con un Rey despiadado que sólo deseaba poder y control sobre la población.

Los años pasaron, los jóvenes reyes crecieron y los reinos se volvieron fuertes a su manera.

Una joven mujer suspiró al escuchar por enésima vez el teatro andante de la ciudad en la que vivía.

La joven beta de cabellos verdes y ojos expresivos miraba a los títeres simular la historia del antiguo gran reino y como los niños veían encantados a los muñecos danzar al compás de la flauta. Pensó en su bebé, el cual yacía en sus brazos dormido entre una manta cubierta con su olor y en como su pequeño Izuku terminaría por aprender toda la historia contada de manera diferente a como era originalmente.

Inko lo sabía, los teatros terminarían por extinguirse o, en caso contrario, en adaptar de manera más conveniente para los monarcas la historia del Rey All Might.

Habían empezado a llamarlo cobarde, una manera muy superficial de declarar que su victoria fue justa ante un Rey que era capaz de abandonar a su amado reino por unos cuantos problemas.

Ella vivía en el reino rojo junto a su esposo Hisashi, eran de clase media y con menos probabilidades de acceder a la realeza que cualquiera. Pero Inko no se quejaba.

Mientras pudiera vivir feliz junto a su familia no le importaba la falta de dinero o el exceso de éste.

Unos días atrás había llevado a su pequeño Izuku a las revisiones matutinas, había cumplido dos meses y ya era hora de saber cuál era su género secundario.

Llegó temprano con las compras de la cena a su hogar, su esposo le esperaba entre su olor a margaritas y los manuscritos de los resultados de su bebé en la mano.