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Martes, 15 de junio.

Kara caminaba lentamente hacia la cabaña donde ella, Lena, David y Beth pasarían los próximos días mientras los niños estaban con sus abuelos en una tienda de campaña unas yardas atrás.

Lena había pasado un día bastante provechoso con los padres de Kara . Y la alta mujer sospechaba que ahora les gustaba más Lena que ella misma. Supongo que era inevitable.

Kara divisó varios agentes del Servicio Secreto de reojo. Estaban en caravanas varios cientos de yardas más allá. Quería darle a Lena un poco de sensación de intimidad. Con todo lo que había pasado, todos necesitaban descansar.

Miró hacia abajo cuando sintió que un brazo se enganchaba al suyo — Hola, querida madre.

—Efectivamente, Kara Danvers.

Kara conocía ese tono. Era el tono de mama para decir "estás en problemas". — ¿Qué he hecho ahora? — Suspiró.

Eliza dio una patada a una piedra mientras caminaba. — ¿Qué está pasando entre tú y Lena?

—Nada.

—No le mientas a tu madre — golpeó suavemente el brazo de Kara. — He visto la manera en que os miráis.

—¿Y cómo es exactamente?

La mujer más baja se giró sobre sus talones, haciendo que las dos se detuvieran de golpe.

Levantó una mano y acarició la mejilla de su hija. — No habías mirado a nadie así desde Samantha. ¿Te estás acostando con ella?

—¡No! — kara se retiró un poco. — Sabes que nunca… quiero decir… no puedo… quiero decir… Los ojos azules de Eliza parpadearon y sacudió la cabeza. Empezaron a andar de nuevo. — Lo sé. Siempre has sido horriblemente antigua en este aspecto. Casi vuelves loca a Sam.

Pensé que la pobre niña iba a tener en algún momento una combustión espontánea.

—¿La volví loca?

—Uh, huh. Antes de que os casarais me llamó y me preguntó si estaba haciendo algo mal y por qué tú no intentabas llevártela a la cama. Kara, en mis tiempos tus acciones habrían sido consideradas mojigatas. Ahora, ya es simplemente completamente arcaico. Necesitas tranquilizarte un poco. No es como si alguna de las dos fuera a quedarse embarazada — Eliza se rió de su propio chiste.

Kara se detuvo y se llevó las manos a la cintura. — Madre, ¿me estás sugiriendo que me lleve a Lena a la cama?

—Tú la quieres, ¿verdad?

Kara dudó. — No lo sé.

—Kara Danvers , no te atrevas… — movió un dedo delante de la cara de su hija — No puedo creer que me beses con esos labios mentirosos.

Unos ojos azules se entornaron y Kara prácticamente miró al suelo. — ¡Mamá!

—Kara, sabes que no me meto en tu vida a no ser que piense que estés haciendo algo realmente estúpido. — La postura de Eliza era un calco de la de su hija. — Creo que mantenerte apartada de Lena es realmente estúpido. Es buena para ti, cariño. No es necesario un técnico especial para ver eso.

—Mamá… —Es una mujer muy atractiva, dulce y lista. Por lo que pude entender, me estuvo sonsacando información cuando pasamos el día juntas — La voz de Eliza estaba llena de honesta admiración. — Y por si no lo habías notado, tus hijos la adoran.

—Mamá… —Y te mira con unos ojos que prácticamente adoran cada movimiento que haces.

La mente de Kara volvió a los besos que compartieron en el Air Force One. — Ella me besó — admitió tranquilamente.

SEÑORA PRESIDENTA - SUPERCORP Donde viven las historias. Descúbrelo ahora