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Viernes, 7 de mayo.

El altavoz crujió, el auditorio de la escuela estaba cargado de excitación, cuando el director de la escuela anunció — Señoras y señores, estudiantes, empleados y profesores del instituto Jefferson, ¡la Presidenta de los Estados Unidos! La banda del instituto empezó a tocar "Hail to the chief" y Kara sonrió a Liza mientras guardaba algunas notas en el bolsillo de su chaqueta. Inclinó su cabeza hacia la banda. — Hey, no son malos.

—No, Sra. Presidenta. Y se sienten muy honrados de que les escogiera para que tocaran para usted.

Kara se abotonó la chaqueta. — Bueno, para alguno de estos chicos es un gran momento. Creo que es hora que salga ahí afuera.

Esta era otra de las muchas visitas comunitarias de Kara. Su objetivo era al menos hacer una al mes. Ya eran muy populares y había peticiones de comunidades de todo el país. Sin embargo, ninguna de las visitas había sido muy lejos de Washington. Pero tenía planes para cambiar eso.

Estas visitas se realizaban en institutos o centros comunitarios y eran abiertas al público, pero, a petición de Kara, no eran televisadas. Quería una interacción lo más íntima posible, y pensaba que esta era su oportunidad de devolver algo y permanecer conectada a la gente.

—Bzzzz… — Lizza sonó como un mosquito, justo como Jane le había enseñado.

Kara se rió. — Estoy preparada, estoy preparada. No hay nada después de eso, ¿verdad, Liza?

Quiero intentar llegar a casa pronto esta noche.

—No, Sra. Presidenta. — Pulsando unos cuantos botones, la alta asistenta consultó su agenda electrónica y asintió. — Esto es todo.

Kara se inclinó sobre su asistente. — Supongo que no sabes nada de la Srta. Luthor.

—Lo siento, Sra. Presidenta. No sé nada. Podría llamar y que alguien…

Los ojos de Kara se dirigieron hacia su agente secreto, el cual le iba a dar la señal para entrar en el escenario. — No. Está bien. Llamará si necesita algo. — Como a mí, por ejemplo.Kara maldijo la reunión de gabinete de esa mañana que la había obligado a cancelar su viaje a Tennessee para ver cómo estaba Lena con sus propios ojos.

Recibió un ligero asentimiento de la agente. La Presidenta salió al escenario del auditorio del instituto. Sonrió y saludó a la multitud mientras miles de cámaras disparaban fotos sin parar.

Sus flashes iluminaron por completo la habitación. Kara había aprendido a conceder unos segundos antes de empezar a hablar. Esta vez se dedicó a pasear de un lado a otro del escenario, manteniendo contacto visual con tanta gente como pudo.

La última vez que había hecho una de esas visitas comunitarias, había bajado del escenario, causando que el Servicio Secreto y David, se volvieran locos. Pero después de que el Jefe de Personal le leyera la cartilla había prometido ser buena.

Una vez la audiencia se calmó, tomó asiento en una alta silla, estilo barra de bar. Sonrió a la multitud y dijo, — Hola.

El auditorio estalló en aplausos.

***

Lena se removió en su sillón mientras veía a su madre dormir. Unas sombras negras aparecían bajo los ojos de la anciana, y su pelo parecía no tener vida. Estaban en el hospital San Andrés de Nashville, en la misma ala en la que Lena había visitado a su madre muchas otras veces. Los largos pasillos le traían a Lena recuerdos que prefería olvidar, y, en esos momentos, la escritora deseaba estar en cualquier sitio excepto ahí.

A principio de semana, Lionel había llamado a su hija y le había explicado detenidamente que la depresión de su madre había empeorado. Su madre había ido cuesta abajo desde Navidad y, ahora, se había intentado suicidar.

SEÑORA PRESIDENTA - SUPERCORP Donde viven las historias. Descúbrelo ahora