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Viernes, 13 de agosto

Kara se retiró del escritorio y dejó caer el bolígrafo claramente enfadada. - Dios, todo esto me pone enferma.

El Fiscal General Millar se inclinó hacia delante, haciendo crujir la silla mientras apoyaba sus antebrazos en el escritorio. - Tenemos que hacer una declaración para el país.

-¡Cuántas veces tengo que decir que esto no tiene nada que ver con el país, sino con un chico de 15 años! - gritó indignada.

-¡Un chico de 15 años que intentó matar a la Presidenta! - David cerró los ojos y sacudió la cabeza. Sabía que Kara iba a reaccionar de este modo. - Señora Presidenta, lo siento, pero estoy de acuerdo con el Fiscal General en esto.

-Más vale que tengas cuidado, David. El ACLU5 puede retirarte tu carné de socio por esto.

Miller se cuadró de hombros. - Esto es un tema serio, Señora Presidenta.

La cara de Kara se volvió de piedra. - No es necesario que me lo recuerde, Sr. Millar.

David intervino, esperando cortar la discusión. - Fue lo suficientemente mayor para comprar una pistola en la calle, planear el crimen durante semanas, colar un arma sin ser detectado por el Servicio Secreto o cualquier otro equipo de seguridad y dispararte tres veces. Esas no son las acciones de un niño, Sra. Presidenta.

-Nuestros informes están listos. Nuestra posición es firme. Estoy seguro de que ganaremos.

- dijo Millar confiado.

-Esto no debería ser sobre ganar o perder. Estáis hablando sobre, meterlo por el resto de su vida en una penitenciaría federal de máxima seguridad, a un chico que todavía es demasiado joven para afeitarse y que gasta más dinero en medicación para el acné que en gasolina.

-Con el debido respeto, Sra. Presidenta, mi trabajo es procesar - Miller se apoyó sobre el escritorio y se levantó. Ya había oído suficiente. Durante toda la reunión, la Presidenta había insistido en que justificara, no sólo los métodos de su oficina, sino también sus decisiones como Fiscal General. ¡Si así era como actuaba Kara Danvers ahora, cuando fueran a juicio prácticamente estaría testificando para la defensa! El hombre se detuvo al lado del escritorio y Kara se levantó para encontrarse con su desafiante mirada. - Mi trabajo no es hacer lo que es mejor para Louis Henry. Él tiene tres abogados que están cuidando sus derechos muy bien.

-¡Ya es suficiente Bill! - No era que David estuviera en desacuerdo con él. Pero podía ver que Kara estaba a punto de estallar y discutir no era la mejor manera de solucionar el problema.

-Yo estoy de acuerdo en que Louis Henry es peligroso y que debería ser puesto en prisión el mayor tiempo posible. Me acuerdo de ello cada vez que me miro al espejo - alzó la mano y se tocó la pequeña cicatriz que le quedó en la sien izquierda. - Sólo digo que una penitenciaría federal es el sitio equivocado para él en este momento. Seguro que podemos encontrar algo más.

-¿Nos disculpa un momento? - David dirigió la mirada hacia la puerta. Me gustaría hablar con la Presidenta a solas un momento.

-Por supuesto- Miller se alejó y salió enfadado de la oficina de Kara.

Kara se sentó de nuevo en el sillón. - Vas a gritarme, ¿no, David? Lo sé. Las venas de tu cuello están hinchadas y tu voz tiembla un poco. Beth tenía razón. Estás en una edad de riesgo para un ataque al corazón.

David gruñó frustrado, no queriendo sonreír ante el chiste de su amiga. No quería decir lo que iba a decir a continuación. A veces mi trabajo apesta. - Te hará parecer débil no ir tras Henry inflexiblemente.

SEÑORA PRESIDENTA - SUPERCORP Donde viven las historias. Descúbrelo ahora