𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝕿𝖗𝖊𝖎𝖓𝖙𝖆 𝖄 𝕹𝖚𝖊𝖛𝖊

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No pelearia por mi país
No trabajaría sin reglas
No tengo ningún camión sin juego de poder
No será otra herramienta de idiotas

Canción: My Country I & II
Artista: Roger Taylor
Álbum: Fun In Space, 1981

Después de que el grupo se quedó a solas en el muelle, se dirigieron a la casa oscura a charlar sobre lo que había pasado y lo que harían con Nathaniel, luego Rami y Lucy se retiraron a su casa para ducharse, no sin antes entregar el libro. Roger y Brian también fueron a su cuarto a bañarse, estaban sucios de muchísima sangre, tierra y sudor, había sido una misión caótica, peligrosa y agotante para todos. Freddie también se había retirado por unos minutos en busca de algo que le pidió su amigo el rizado para la mano derecha del enemigo.

Brian y Roger estaban en su habitación, el rubio se amarraba sus zapatos y el rizado se colocaba un blazer vinotinto muy oscuro, parecía casi de color negro. El joven se acercó a su novio y le arregló la solapas, Nix se percató de la expresión molesta de su pareja, cosa que le preocupó y extraño.

—Roggie, ¿Qué pasa?

—Nada, ¿Por qué? —preguntó pasándole las manos por los hombros y mirándolo fijamente.

—Conozco esa mirada —respondió, posando su dedo índice en el mentón del más bajo y subiendo su cabeza—. Sabes que puedes decirme cualquier cosa.

—Me siento extraño.

—¿Por qué?

—Por todo lo que acaba de pasar hace apenas una hora.

—Ven, cuéntame —dijo tomándolo de la mano.

—No, tú debes irte con Lu y Fred. Cuando llegues podemos hablar tranquilamente, ¿Te parece?

—¿Estás seguro? Eso puede esperar.

—No, en serio. Ve a hacer tus cosas de rey. —rió y bajó la cabeza.

Brian volvió a elevar su cabeza con el dedo índice y lo vió fijamente, se acercó y lo envolvió en sus brazos, apoyando su mentón sobre el cráneo del rubio, quien apretó el torso del más alto y escondió su cabeza en su pecho, aspirando su perfume. Se separó de su novio, lo tomó de las mejillas, las acarició y sonrió.

—Te quiero demasiado Roger.

—Yo también te quiero demasiado —respondió volviéndolo a abrazar—. Deprisa, Freddie está esperándote abajo.

Lo tomó de la mano y salieron de la habitación, descendieron al primer piso y fueron al salón donde estaban sus amigos.

—¿No saben nada de Lucy?

—Aquí estoy —respondió la rubia apareciéndose con su pareja.

—De acuerdo, vámonos —dijo posándose en el centro del salón—. Fred, ¿Trajiste lo que te pedí?

—Sí —respondió elevando el pequeño frasco de cristal.

Brian fue hasta el sillón donde estaba sentado Roger y le plantó un beso en la frente, se despidió del resto y desapareció con Freddie y Lucy. El conocido pórtico gigantesco del castillo y el jardín de rosas amarillas aparecieron en sus campos visuales, entraron en la propiedad de Nix y de inmediato bajaron a uno de los sótanos del lugar, había una habitación donde Nathaniel estaba custodiado por cinco centinelas, dos afuera en la puerta y tres dentro.

Recorrieron el pasillo del sótano, hasta llegar a una puerta gris, había dos centinelas y una cocinera con una bandeja.

—Fred, echa la poción por favor.

𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐫𝐜𝐡 𝐎𝐟 𝐓𝐡𝐞 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 𝐊𝐢𝐧𝐠 | 𝐌𝐚𝐲𝐥𝐨𝐫 (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora