𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐫𝐜𝐡 𝐎𝐟 𝐓𝐡𝐞 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 𝐊𝐢𝐧𝐠 | 𝐌𝐚𝐲𝐥𝐨𝐫 (En Edición)

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝕿𝖗𝖊𝖎𝖓𝖙𝖆 𝖄 𝕮𝖎𝖓𝖈𝖔

Todas las chicas buenas van al infierno
Porque incluso la Diosa misma
Tiene enemigos
Y una vez que el agua comienza a subir
Y el cielo está fuera de la vista
Ella querrá al diablo en su equipo
Mi Lucifer está solitario

Canción: all the good girls go to hell
Artista: Billie Eilish
Álbum: WHEN WE ALL FALL ASLEEP, WHERE DO WE GO? 2019

Era una mañana tormentosa en la oscura y siniestra Abaddon, capital de Heilhem; una fuerte ventisca azotaba la gran ciudad, sin embargo el clima era hermoso y maravilloso según los habitantes, en especial para el rey.

El pelinegro estaba de pie frente a la ventana, observando las nubes cargadas de lluvia, los rayos que aparecían en el firmamento y el ajetreo de la población.

Buscó dentro de su blazer y sacó un cigarrillo de la cajetilla que tenía guardada y lo encendió, lo posó en sus labios y dió una profunda calada, para después expulsar el humo.

—Aquí está su majestad—habló Nathaniel entrando a la oficina. Su mano derecha.

—¿No sabes tocar?—habló con tranquilidad y frialdad sin siquiera voltearse a mirarlo.

—Disculpe rey, aquí está Julieta.

Maroth se volteó y observó a ambos inmortales con una expresión aburrida.

—Desaparece y déjanos solos Nathaniel.

El inmortal asintió y permitió que pasara la mujer a la oficina, cerró la puerta y los dejó solos.

—Nathaniel dijo que querías hablar dos cosas conmigo urgentemente.

—Siéntate.

La chica obedeció y se sentó en la silla frente al escritorio de Maroth.

—Hoy es dieciocho de enero—le dió una calada al cigarrillo—. Llevas una semana aquí y te he investigado.

—No me sorprende—respondió cruzándose de brazos.

—Nathaniel me ha comentado que has demostrado tener potencial en los entrenamientos de duelo y combate que te he asignado.

—Si, no es tan difícil.

Maroth se sentó en su silla y tomó una carpeta verde que tenía a un lado, la abrió, buscó una página en específico y colocó sus manos entrelazadas sobre el documento.

—Tengo entendido que no te postulaste y entrenaste para participar en la guerra porque te faltaba un año para ser mayor de edad, tenías noventa y nueve, ¿Cierto?

—¿A qué viene todo esto Maroth?

—Como dije, mi equipo de espías y yo estuvimos investigando acerca de tí y confirmamos que no eres una infiltrada de Brian—confesó y luego empezó a leer—: Julieta Anne Sullivan, nacida el primero de junio, signo zodiacal géminis, especie inmortal, estatus de sangre pura, edad cuatrocientos cuarenta y uno, hija única de Jude y Andrew Sullivan. Eso último me llama mucho la atención.

—¿Mis padres?—preguntó con extrañeza y mirando a Maroth con inquietud.

—Sí. De hecho, estuve revisando tu árbol genealógico y encontré algo bastante peculiar.

—¿Qué cosa?

—¿Sabes quiénes son los hermanos Starlight? 

—No.

—Hace diez mil años nacieron dos hermanos hechiceros muy poderosos de la Ciudad Oscura, sus padres eran nativos de Las Tierras De Rhye.

—¿Y eso que tiene que ver?