𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐫𝐜𝐡 𝐎𝐟 𝐓𝐡𝐞 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 𝐊𝐢𝐧𝐠 | 𝐌𝐚𝐲𝐥𝐨𝐫 (En Edición)

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝕯𝖎𝖊𝖈𝖎𝖘𝖊𝖎𝖘

Oh, por favor, dime
Que me dejarás ser tu hombre
Y, por favor, dime
Que me dejarás sostener tu mano
Ahora, déjame sostener tu mano
Quiero sostener tu mano
Y cuando te toco, me siento feliz por dentro
Es un sentimiento tan grande que mi amor
No puedo esconder, no puedo esconder, no puedo esconder

Canción: I Want To Hold Your Hand.
Artista: The Beatles.
Álbum: Meet The Beatles, 1964

—Roger, Tim —los llamó John.

Ambos jóvenes voltearon a ver a su amigo y estallaron en risas, el cantor de sombras tenía unos palillos en la boca tratando de imitar una morsa. Los tres rieron fuertemente haciendo que Freddie se irritara.

—¿Pueden callarse? no puedo concentrarme y el delineado debe quedar perfecto.

—Fred —llamó Tim.

—¿Qué quieres? —respondió toscamente rodando los ojos.

Freddie dejó de delinear su ojo derecho y se giró para ver qué sucedía, comenzó a reír al ver a sus amigos con palillos en la boca.

—¡Por favor niños, maduren!

—Admite que fue gracioso —le dijo Roger después de quitarse los palillos de la boca.

—Sí lo fue, ¿Contento?

—Claro —respondió lanzándole un palillo así amigo.

—Cambiando de tema. Hace unos días que todos estábamos en la Casa Oscura, ¿Lograron escuchar gemidos? Rami y Lucy son unos puercos, parecen animales esos bastardos. Ni respetan que estamos en la misma casa.

Roger inmediatamente se sonrojó al escuchar eso.

—Traté de dormir pero por esos idiotas no podía. Malditas orejas inmortales —se quejó Tim agarrando sus oídos.

—No es por nada pero... Los gemidos de Lucy eran muy agudos.

—¡Freddie! —le dijo John abriéndole los ojos.

La cara del rubio era un mismísimo tómate en ese instante, la imagen de un rizado y él llegó a su mente de aquella noche de juegos. Se levantó de un brinco para salir de la habitación.

—¿A dónde vas Liz? —preguntó Freddie en tono burlón haciendo énfasis en el nombre.

—Iré a tomar agua.

Salió dejando a sus amigos en el cuarto.

—Listo, ahora Melina Mercury está preparada —aseguró Freddie mirándose al espejo y poniéndole la tapa al delineador.

—Te ves hermosa amiga —lo halaga Deacy riendo.

—Gracias Johanna.

—Tina, ven que te maquillaré —le dijo Freddie a Tim dándole unos golpecitos a la silla que estaba a su lado.

Sonriente, Tim se acercó dónde estaba Freddie y dejó que el mago lo maquillara. Roger en ese instante entró en la habitación.

—Fred, no te vayas a tardar.

—¡Melina! Ahora soy Melina.

—Son las diez, llegaremos tarde a la fiesta.

—¿Y a ti quien te dijo que a las fiestas se llega temprano? es una bar rubia, relájate.

Roger rodó los ojos y se quedó en silencio.

En ese instante comenzó a sonar el timbre, el mayordomo de Freddie abrió y entraron Rami y Lucy a la morada, ambos inmortales llegaron a la segunda planta donde estaba la habitación del parsi.