𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝕾𝖊𝖎𝖘

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Quiero arruinar nuestra amistad
Deberíamos ser amantes en su lugar
No sé cómo decir esto
Porque tú realmente eres mi querida amiga

Canción: Jenny
Artista: Studio Killers

Era una mañana de domingo bastante soleada a pesar de que el invierno estaba a punto de llegar.

Brian se encontraba sentado en el escritorio de su habitación escribiendo una nota para Roger

Buenos días Rog,

Espero que estés teniendo una mañana excelente.

Llegaré al punto. Se que quedamos en que iríamos juntos a casa de tu madre, pero no se podra, tengo un asunto pendiente con Julieta. Tim y Rami te acompañarán.

Que tengas un lindo día.

-Bri.

Tapó el bolígrafo y dobló la hoja de papel, haciéndola desaparecer con un chasquido.

—¿Qué te parece si nos damos una ducha? —pronunció Julieta apareciendo por detrás y repartiendo besos en su cuello—, y hacemos otras cosas que te gusten.

—Si, me parece bien —respondió desprendiéndose del intento de abrazo de la morena.

Mientras los dos inmortales estaban demostrando su acto de lujuria, en la otra ala del castillo un mortal despertaba.

Roger talló sus ojos para poder acostumbrarse a la claridad, quitó las lagañas de sus lagrimales y dió un largo bostezo, se quedó sentado en la cama mirando a la nada por varios minutos hasta que algo llamó su atención.

Se incorporó y fue directo hacia el escritorio, tomó la nota que estaba situada en la mesa y la abrió, vió una caligrafía muy hermosa. El mensaje era de Brian.

<<¿Que era más importante para irse así nada más con Julieta?>>

Roger no estaba celoso, solo que ese viaje era muy importante para él y Brian le había dado su palabra.

<<Dios, Rog. Es su novia>>pensó.

—Buenos días Roger —dijo Agnes sacándolo de sus pensamientos.

El joven se sobresaltó pero no contestó, simplemente contemplaba el pedazo de papel.

—¿Todo bien?

—Si, disculpa. Buenos días Agnes —respondió yendo directamente a la chimenea a tirar la nota al fuego.

—Amanecimos de malas hoy —rió la inmortal—. ¿Te comieron la lengua los perros?

—Perdón.

—Descuida —respondió sonriente—. A las diez llegarán por ti Lord Staffell y Lord Malek.

Roger asintió, fue al baño para asearse mientras Agnes organizaba su nueva vestimenta del día. Pasaron quince minutos, en los que el rubio se duchó, cepilló sus dientes, lavó el cabello y rasuró la barba, para finalmente salir del lavado.

Agnes lo vistió con una chaqueta verde oscura, camiseta azul, pantalones oscuros y zapatos deportivos. El tipo de atuendo que llevaba a menudo; peinó su rubia melena hasta dejarla completamente lacia y bajó al comedor. Para su sorpresa, el rey no se encontraba ahí.

Ocupó el sitio en el que se había sentado el día anterior y esperó unos minutos a Brian, pero este nunca apareció. Un poco desanimado, comenzó a desayunar solo.

𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐫𝐜𝐡 𝐎𝐟 𝐓𝐡𝐞 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 𝐊𝐢𝐧𝐠 | 𝐌𝐚𝐲𝐥𝐨𝐫 (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora