Capítulo 8

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Capítulo 8:Regreso no grato.

Siento que mi cuerpo es sacudido y gruño instintivamente, no sé si estoy soñando o que, pero siento como si el movimiento lo hicieran de un lugar lejano y a la vez el tacto de algo en mi hombro se sintiera muy cerca y lo suficientemente brusco como para que mi rabia por ser agitada con tanta fuerza me haga soltar un manotazo. Lo gracioso de eso es que al hacerlo mi cuerpo a rodado y ahora he caído de cara el suelo, si un muy buen despertar.

Suelto un quejido y la voz un poco distorsionada que escuchaba decir mi nombre hace un rato ahora se escuche más clara.

—¡Luna! —chilla la insoportable voz de mi hermano y suelto otro manotazo que choca contra alguna parte de su cuerpo, espero que haya sido su cara.

—¡Porque jodida mierda me estás despertando de esta puta manera, aborto de alienígena! —me doy le vuelta quedando boca arriba y sobando mi pobre nariz que se ha llevado el peor golpe.

Mis ojos están entrecerrados acostumbrándose a luz, pero puedo ver aunque un poco difuminado a mi hermano de pie frente a mi cuerpo tirado en el piso.

Poco a poco estrujando mis ojos me incorporó quedando sentada sobre la alfombra que esta debajo de mi cama, es lo suficientemente ancha para cubrir bastante espacio de los costados y delante de esta.

Escucho la risa de Evan y con mi mal humor aún peor lo miro.

—Tengo que admitir que me ha hecho gracia escucharte decir groserías.

—Pues bien por ti, porque a mí no me a alegrado ni una puta mierda el que me hayas despertado de manera tan ruda, imbécil.

—Si mamá escuchará todas esas groserías que...

—¡Te juro por todo lo santo, que si tú jodidamente me has despertado solo por molestar, cuando Helen y Travis Adams lleguen a esta maldita casa la semana que viene no van reconocer al inútil que tienen por hijo del golpe que te voy a dar en tu fea y estúpida cara! —amenazo y el lucha con una carcajada.

Ni siquiera me había dado cuenta que el luce un poco adormilado y solo va en boxer, miro por la ventana que da al patio trasero y no veo el sol dónde debe estar a las 6:30 de la mañana.

Rápidamente me pongo de pie y me tiró boca abajo en la cama para ver la hora en el reloj digital en una de las mesitas de noche.

7:43 AM.

¡Mierda!

—¡Oh, por dios vamos tarde!

Me levanto de la cama no sin antes tírarle un almohada a mi hermano que da justo en su nariz.

—¡¿Porque mierda no me habías levantado, idiota?!

—¡¿Tal vez porque yo también me quedé dormido?! —resopla—. Es lo que he estado intentando decirte desde que despertaste, pero tú con tus constantes insultos e insolencia para ofender de semejante manera a tu hermano que....

—¡Déjate de discursos estúpidos y ve a vestirte tenemos menos de veinte minutos para arreglarnos! ¡Fuera de mi habitación! —eso último lo digo empujandolo por la espalda y cerrando la puerta en su cara cuando esta fuera.

Es una suerte que anoche me duchara antes de irme a dormir, porque por más que lo desee no creo que justo ahora pueda hacerlo.

Me visto con lo primero que encuentro sin fijarme mucho en si combina o no. Mi cabello es un desatre así que mientras bajo las escaleras a toda prisa con la mochila en el hombro trato de peinarlo con las manos lo más que puedo.

Cuando llegó al salón me encuentro a mi hermano sentado tranquilamente en el sillon, ya vestido con jean y camiseta mangas largas mientras tiene en su mano una tostada a medio comer.

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