Capítulo 4

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Capitulo 4:Elevas mi ego.

—Voy a recibir al resto de los invitados —anunció, con el único objetivo de salir del campo visual de Liam.

Sin ningún impedimento de por medio camino hasta la casa y una vez dentro me permito respirar con tranquilidad. Liam acelera de una manera muy brusca mis pulsaciones.

Camino por la cocina y deslizó mi mano por la mesa de la isla antes de llegar a la nevera y sacar la jarra de agua.

—No me huyas —dice una voz masculina detrás de mi causando que me sobresalté y se derrame agua de la jarra.

Tomo una respiración profunda y me giró hacia Liam.

—¿Quien a dicho que este huyendo de ti? —camino hasta la repisa y dejó la jarra encima.

—Nadie, pero es lo que das a demostrar.

No respondo y solo me dedico a secar mis manos con un trapo.

—Luna.

Me gire otra vez hacia el encontrándomelo sentado en una de las sillas de la isla mirándome con diversión.

—¿Qué?

—Has cambiado... —me miro de arriba abajo— bastante.

—Eso ya lo has dicho.

El frunció las cejas.

— ¿Desde cuando te has vuelto tan insoportable?

Cerré los ojos respirando ondo.

—Lo... lo siento estoy un poco alterada —pase la lengua por mi labio inferior en un acto de frustración, no me gustaba esa manía que estaba cogiendo.

—¿Cómo podría estar así hoy? Te encanta este día —me da una sonrisa amigable y se levanta del asiento para quedar parado al frente de mi a una distancia prudente.

Yo también sonreí, de repente el ambiente dejo de ser incómodo a ser más reconfortante.

—No lo se —negué con la cabeza y me coloque un mechón de cabello detrás de la oreja.

Se me quedó mirando hasta que hablo:

—Y... ¿Cómo has estado?... Digo hace mucho tiempo que no hablamos hace unos ¿Dos años?

—Tres —aclaro y me di cuenta de mi error, así que con rapidez continue hablando:—. Bueno, eso creo, no estoy segura, quizás es más o menos.

—Si... —eleva un poco sus comisuras y se vuelve a sentar— ¿Me das un poco de agua por favor? —señalo la jarra.

—Claro.

Hize lo que me pidió y le entregué el vaso, solo que cuando se lo di sus dedos tocaron los míos y una corriente me recorrió el cuerpo.

Inmediatamente me sonroje, maldije a mis hormonas por eso.

—¿Te pongo nerviosa? —sonrie con malicia.

Y el Liam odioso está aquí de vuelta.

—No.

—Se te da fatal mentir, ya te lo dije —su tono de burla era bastante notorio.

—Cállate Liam.

El solo soltó una carcajada ronca.

Caminé para salir de aquí, pero el me tomo por la muñeca cuando le pase por al lado.

—¿Hasta cuándo?—pregunto mirándome con sus electrizantes ojos.

—¿Hasta cuando qué?

—¿Hasta cuándo vas a seguir fingiendo que no te pasa nada conmigo?

Siempre Tú ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora