Capítulo 11

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Capítulo 11: No me sueltes.

Esta semana estaba siendo interesante.

Ya no estaba enferma —ya sabia yo que lo que me pasaba era una tontería—, lo que significa que ya estaba yendo al colegio. Mis hormonas estaban mas revolucionadas y emocionadas que nunca ¿La razón? Liam me estaba llevando y trayendo todos los dias.

Normalmente me iba con mi hermano y regresaba en el auto de John. Pocas veces Liam llevaba su auto a la escuela, siempre se iba o llegaba en el auto de Dylan, su mejor amigo. No me queje obviamente, no entendía porque se había ofrecido todos estos dias pero por mi genial.

Justo ahora íbamos de camino a casa. Mis nervios cuando estaba a su al rededor se habian acoplado, supongo que ya hay mas confianza y aún más despues de haber aclarado todo.

El tema no había surgido otra vez, pero como todo estaba mas que aclarado no hacia falta.

No me opuse cuando ofreció escuchar música de Imagine Dragons durante el trayecto, mientras más escuchaba esa banda más me gustaba.

—Anoche hable con Jade —me dice de repente durante los instantes de silencio en que el estéreo de su auto reproducía la siguiente canción.

—Oh ¿Y cómo está? hace unas semanas que no hablo con ella.

—Genial, ya sabes, loca como de costumbre.

Me río.

—No le digas asi.

—Vamos, sabes que tengo razón.

Niego aun riendo.

—Me dijo que vendria pronto a Daxon city.

Abro los ojos con sorpresa.

—¿De verdad? —asiente— ¿Cuándo?

—Mañana.

Suelto un chillido de emoción, hace mas de un año que no veo a mi castaña favorita. Mis mejillas se tornan rojas cuando capto que Liam me mira divertido.

Me aclaro la garganta, detengo mi mirada en la ventana y luego lo vuelvo a observar.

—Me parece muy mal que no me haya avisado a mí primero.

—Bueno, creo que quiere darte un sorpresa y si es así no le digas que yo te dije nada.

Lo mire con una ceja enarcada.

—Puede ser, y no sé si debería obedecerte, más bien me parecería interesante ver lo que te hace Jade cuando sepa que le arruinaste la sorpresa.

El ahoga un grito dramático mirando la carretera, ya casi estamos llegando a nuestra calle.

—No serías capaz.

Sonrio.

—Pruebame.

«Uy si, pruebame»

El se ríe otra vez negando con la cabeza.

Hoy mis padres llegan de su viaje al fin, conociendolos ya deberían estar en casa, muchas veces les he insistido con que nos avisen a mi hermano o a mi cuando vuelvan de algunos de sus viajes para irlos a buscar al aeropuerto, pero siempre me salen con que no es necesario y les gusta caernos de sorpresa.

Pero bueno, el tema era que yo estaba feliz porque al fin ellos estuvieran en casa. Viajan demasiado y casi nunca podemos pasar tiempo los cuatro juntos, entiendo que deben atender su trabajo pero a veces solo desearía que se pasarán al menos un mes en casa sin tener que viajar, ni pasarse todo el día encerrados en una oficina.

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