31. Año perdido.

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"El exceso de confianza hace que el cazador se convierta en la presa".

"El exceso de confianza hace que el cazador se convierta en la presa"

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WILLIAM.

El día de ayer mi hija cumplió diecinueve años. Otro año más que no celebro a su lado.

Me pregunto cómo se la habrá pasado. Quiero que nuestra relación mejore, y espero que cuando vuelva así sea.

Me encuentro caminando por el jardín delantero del palacio de Dionne. Sigue sorprendiéndome que la gente de este lugar use prendas características de la edad media.

Lo poco que sé de esta era es que la ropa utilizada en esta época difería en función de la clase social a la que se perteneciera. Se distinguía a las personas en función de la vestimenta que portaban, convirtiéndose ésta en una forma de clasificarlos. Cada clase social vestía ropajes distintos.

Las clases menos privilegiadas apenas usaban tintes en las telas, eligiendo el color natural de las mismas. Estos eran pigmentos como el gris o el marrón; vestían camisolas con distintas larguras de manga, pero estas nunca superaban la cadera. El largo de la camisola llegaba a la rodilla y en el 1.000 d.C. se hizo más corto, quedando por encima de la rodilla. En época de duelo se cubrían con trajes negros o blancos, que eran trajes relativamente baratos en dicho periodo. En invierno se ponían zuecos de madera y en el verano no utilizaban zapatos.

Por su parte los niños quedaban confinados a una túnica de saya, que lucían a media pierna, generalmente descalzos y sin otra ropa.

Las mujeres usaban aproximadamente el mismo largo que las damas nobles, sin variar en demasiado más sus trajes con los de los infantes.

Los más afortunados que gozaban de mayores privilegios sociales y económicos, vivían en un mundo más colorido, donde la ropa era generalmente más larga y brillante.

En lo relativo al uso de los tejidos, las clases bajas usaban el lino, y las altas la seda bordada en oro ribeteada de pieles traídas de lugares exóticos; pero las pieles más habituales eran el zorro y el lobo.

Las mujeres jóvenes utilizaban un pequeño escote, pero su falda tenía una largura hasta el suelo y los brazos estaban cubiertos con una camisola de lino o seda. Este estamento, se recubría con todo tipo de tonalidades, como el lila, negro, blanco, rojo, azul, dorado, plateado, verde, amarillo o rosa. Según el poder adquisitivo que se tuviera se usaban colores más o menos brillantes.

Los hombres, en las fiestas se cubrían con ropajes al estilo de los nobles de Constantinopla —incluyendo joyería—, pero en el día a día, lucían prendas parecidas a los de los campesinos. Utilizaban botas o zapatos con punta alargada.

Los bizantinos aportaron telas suntuosas y ricas, como la seda y los bordados en oro y pedrería. En sus ropajes abundaban flecos y adornos y la moda del manto semicircular se propagó a Occidente; este manto se sujetaba con una fíbula al hombro derecho y simbolizaba el nivel social de quien lo llevaba. Si era oscuro significaba que la persona atravesaba un duelo.

Entre Fragmentos - PROFECÍAS OCULTAS | #1 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora