(T/N)
Los días en la casa del profesor después de volver a Narnia fueron extraños. De repente, sentíamos la casa pequeña, las armaduras del profesor nos recordaban a las del castillo y constantemente nos acordábamos de algo ocurrido en Narnia. La pregunta de qué hubiera pasado si no hubiéramos vuelto era constante;nadie la decía, pero todos la pensábamos.
Mi relación con Edmund se volvió interesante. La señora Macready no tardó en ver que había algo entre nosotros. Cuando lo descubrió, habló con nosotros junto con él profesor; éste le dijo que no se preocupara, que ya estábamos grandes para saber lo que hacíamos.
Salíamos al jardín a leer, trepar árboles, practicar con espadas hechas de ramas o solo a platicar. Cuando alguno no podía dormir, se escabullía a la habitación del otro.
Cuando las cosas mejoraron un poco, se dijo que los niños que fueron evacuados volvieron a sus casas. Aquella nos puso tristes, pues vivíamos en diferentes de Finchley. La despedida dolió, incluso dolió decir adiós a la señora Macready. Mientras estábamos en el tren acordamos mandarnos cartas lo más seguido posible.
Al estar en la estación nos despedimos esperando volver a vernos. Besé a Edmund como despedida y, cuando vi a mi mamá entre la multitud, corrí hacia ella. La abracé fuertemente como ella a mí. La extrañé muchísimo.
Le conté lo vivido en la casa del profesor y sobre Edmund, exceptuando la parte de Narnia y todo lo concerniente.
La correspondencia entre los Pevensie y yo era regular. A veces recibía algún otro contenido, como alguna florecita de parte de Lucy o Edmund, un brazalete en mi cumpleaños de parte de Peter y algún accesorio de parte de Susan que creyó adecuado para mí. Yo también llegué a darles regalos:un diario a Peter-pues en Narnia había desarrollado un gusto por la escritura-, un collar a Susan, algún dibujo a Edmund y a Lucy le tejí una bufanda.
Papá escribía cuando podía, la guerra lo mantenía ocupado. Siempre nos decía que estaba bien, nos mandaba besos y abrazos y siempre terminaba la carta diciendo que nos extrañaba. Le conté lo vivido en la casa del profesor, sobre los Pevensie y Edmund. Respondió que estaba sorprendido al saber que tenía novio, pero que estaba feliz y que lo estaría siempre y cuando lo nuestro no se vea afectado con la distancia.
Las cosas transcurrieron de esa manera por un año. Aún cuando estaba en casa, extrañaba a mis amigos, a Edmund, a mi papá y a Narnia. Ojalá pudiéramos estar todos juntos.
***
Lo mejor para todos era volver a la normalidad lo más pronto posible y eso significaba-entre otras cosas-que tendríamos que volver a la escuela. No quería dejar a mamá sola, pero no había opción.
Llegado el día, arreglé mi mochila y las cosas que iba a necesitar, me aseé, me puse el uniforme, desayuné, me despedí de mamá y me fui a la estación del tren.
Estaba de pie en la estación y de repente sentí que alguien tiró de la manga del saco de mi uniforme. Asustada, volteé a ver quién había sido, pero no vi a nadie sospechoso. Llegó el tren, pero éste pasaba increíblemente rápido y nadie parecía darse cuenta. Una ráfaga de viento pasó con el tren haciendo volar algunos carteles y todo alrededor parecía desvanecerse. Supuse que el momento había llegado.
La estación desapareció y el tren terminó de pasar. Al final de lo que había sido el túnel había una playa y yo estaba en una cueva. El sol brillaba en su esplendor, el azul del cielo era más claro y limpio que el de la ciudad y ya no había piso debajo de mis pies sino arena. Sin duda había vuelto a Narnia.
Reí de alegría y corrí al mar revolcándome en sus olas. Definitivamente ésto era mejor que ir en un tren de vuelta a la escuela.
De repente, en la orilla, ví un montón de ropa y zapatos. Me acerqué y noté que se trataba de sacos de uniformes, corbatas y calcetines. Tal vez los Pevensie también volvieron. Noté también que en el risco que se alzaba sobre la playa había ruinas. Si éste es el lugar que creo que es no debería haber ruinas.
Mojada, descalza y despeinada fui a explorar el lugar para saber en dónde estaba y buscar a los chicos. El bosque era espeso y el pasto alcanzaba mis tobillos en algunas áreas.
-¿(T/N)?

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Our lifetime || Edmund Pevensie x Reader
FanfictionLa historia de dos muchachos cuya relación se desarrolla en nuestro mundo y en la mágica tierra de Narnia