7. La isla de Coriakin

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(T/N)

Desperté al ser sacudida por Caspian, igual que Edmund. Me incorporé y vi hacia donde apuntaba Caspian:había grandes huellas en la arena.

-¿Y Lucy? -pregunté al ver que el lugar donde había dormido estaba vacío.

Drinian despertó a la tripulación, tomamos nuestras espadas y seguimos el rastro de las huellas. Llegamos a lo que parecía ser un jardín. Tomé la daga de Lucy que estaba en el suelo. De repente, lanzas caían a nuestro alrededor sin haber quién las arrojase.

-No hay escapatoria. -dijo una voz.

-No se muevan o morirán.

Fuimos atacados sin saber por quién o qué. Nos dejaron en paz después de un rato. Cuando logré ponerme de pie, me puse al lado de Edmund.

-¿Qué criaturas son ustedes?-preguntó Caspian.

-Muy grandes-respondió la voz-, con cabeza de tigre y cuerpo de...

-De un Tigre diferente. -habló otra voz.

-¡Sí, eso! Mejor no te metas con nosotros.

-¿O qué? -me atreví a preguntar.

-O te desgarro con mis garras.

En ese momento, las criaturas de hicieron visibles. Eran como enanos con un solo y enorme pie. Algunos de ellos sostenían a otro para tratar de hacerse ver más grandes.

-¿O van a aplastarnos con esas panzas? -preguntó Edmund sarcásticamente.

Los enanos se dieron cuenta de que ya no eran invisibles. Los que sostenían a otro parecían perder el equilibrio y cayeron.

-¿Qué le hicieron a mí hermana, enano tramposo? -dijo Edmund amenazando a uno de ellos con su espada-. ¿Dónde está?

-Ya dígale, jefe. -empezaron a decir los otros.

-En la mansión. -dijo finalmente.

-¿Qué mansión?

Casi al momento, una grande mansión se hizo visible a los pocos metros de donde estábamos.

-Oh, esa mansión. -dijimos Edmund y yo al mismo tiempo y sonreímos.

-Oigan, ya estoy cansado de que siempre me... -empezó a reclamar Esutace, pero se detuvo al ver la escena frente a él.

-¡El cerdito volvió! -exclamaron los enanos. ¿Acaso Eustace ronca mucho?

De la mansión, salió Lucy acompañada de un hombre mayor con barba y vestido de una gran túnica. Al vernos el hombre hizo una reverencia.

-Él es Coriakin. Esta es su isla. -dijo Lucy e hicimos una reverencia.

-Eso es lo que cree-dijo uno de los enanos-. ¡Nos agraviaste, mago loco!

-Yo jamás les hice daño-respondió Coriakin-. Los hice invisibles para protegerlos.

-¡Protegernos! ¡Eso es opresión!

-Jamás los he oprimido.

-Pero si pudieras, lo harías.

-Váyanse. -dijo Coriakin lanzándoles algo y haciendo que huyeran.

-¿Qué es eso? -pregunté.

-Pelusas, pero no les digas.

Miré a Lucy y reímos por ello. Luego le devolví su daga.

-¿Qué eran esos? -preguntó Eustace.

-Dufflepuds. -respondió Coriakin.

-¡Ah, claro, era obvio!

Caspian, Edmund, Lucy, Eustace y yo fuimos guiados por Coriakin al interior de la mansión.

-¿A qué te referías con hacerlos invisibles para protegerlos? -le preguntó Lucy a Coriakin.

-Era la única forma de protegerlos de la maldad.

-¿Hablas de la bruma? -preguntó Edmund.

-Hablo de lo que yace bajo la bruma.

Entramos a lo que parecía ser una biblioteca, cuyos estantes llenos de libros llegaban hasta el techo. Coriakin extendió un enorme mapa cuyas imágenes se movían como si estuvieran en una pantalla. A decir verdad...

-Es un mapa muy bello-dijo Eustace, ganándose las miradas de sus primos y la mía-. Para ser un mapa de un mundo imaginario. -reí levemente por ello.

-Es la fuente de todos sus problemas-explicó Coriakin mientras una isla aparecía en el mapa-, la isla Oscura, un lugar lleno de maldad. Puede tomar cualquier forma. Convierte en realidad sus sueños más oscuros. Su propósito es corromper toda la bondad, robarse la luz de este mundo.

-¿Cómo la detenemos? -preguntó Lucy.

-Deben romper el embrujo. La espada que cargas-Coriakin señaló a Edmund -, existen otras seis.

-¿Las has visto?

-Sí.

-Los nobles, ¿pasaron por aquí?-preguntó Caspian.

-Así es.

-¿A dónde fueron?

-A dónde yo los envié-conforme Coriakin se movía, él mapa lo hacía también -. Pará romper el hechizo deben seguir a la estrella azul a la isla de Ramandu. Ahí deberán poner las siete espadas en la mesa de Aslan. Solo así podrán liberar su poder mágico. Pero tengan cuidado, todos deberán pasar por una prueba.

-¿Qué prueba? -pregunté.

-Hasta que coloquen la séptima espada el mal tendrá ventaja y utilizará su poder para tentarlos. Sean fuertes, no caigan en la tentación. Pará derrotar la oscuridad exterior, deben derrotar la oscuridad interior.

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Medio equis, pero ahí está. 😅
Perdón si me equivoqué en los diálogos.
Los siguientes dos capítulos estarán buenardos.

~❤️

Our lifetime || Edmund Pevensie x Reader Donde viven las historias. Descúbrelo ahora