12. El final de la aventura

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(T/N)

Caspian, Edmund, Lucy, Eustace, Reepechip y yo decidimos seguir hacia el este, que es la dirección en donde se veía todo blanco. Nos quitamos la armadura, Lucy y yo nos soltamos el cabello y se preparó un bote para nosotros con una pequeña balsa para Reepechip. Antes de irme, quise despedirme de Rynelf.

–No sé si volveré, pero quiero agradecerte por tu trabajo y lo que hiciste por mí. Fuiste un gran amigo y fue un gusto conocerte.

–El gusto fue mío, majestad.

No pude resistir y le di un abrazo. Al principio, se sorprendió, pero luego correspondió el abrazo.

–Saluda a tu familia de mi parte. –le dije.

–Lo haré.

Subí al bote y empezamos a alejarnos del barco. Caspian y Edmund remaban, Reepechip iba atrás de ellos, Eustace estaba en el centro junto conmigo y Lucy en la parte de atrás. Eustace nos contó cómo fue volver a convertirse en humano:Aslan había desgarrado su piel de dragón sin haberlo tocado exactamente;le había dolido, sin embargo había sentido que era un dolor bueno. Terminó su relato diciendo...

–Creo que fui mejor como dragón que como niño. Perdón por ser tan odioso.

–Descuida, Eustace –dijo Edmund–, fuiste un fantástico dragón.

–Amigos míos, hemos llegado.–anunció Reepechip.

Había una grande ola que no tocaba la arena;detrás de esta había grandes montes verdes y un arco íris. Bajamos del bote y caminamos hacia la ola. Ahí estaba Aslan.

–Bienvenidos, hijos míos. Lo han hecho bien, estoy muy contento. Han llegado muy lejos y ahora su viaje llega a su fin.

–¿Esta es tu nación? –preguntó Lucy.

–No, mi nación yace más allá.

–¿Mi padre está en tu nación? –le preguntó Caspian.

–Tendrás que averiguarlo por ti mismo, hijo, pero te advierto que si continuas no habrá marcha atrás.

Decidido aunque con paso no muy firme, Caspian fue hacia la enorme ola, sus dedos tocaron el agua por unos segundos, pero se regresó.

–¿No entrarás? –le preguntó Edmund.

–Dudo que mi padre estuviera muy feliz si renuncio a lo que él murió protegiendo. Llevo años deseando lo que me fue arrebatado y no lo que recibí:recibí un reino, un pueblo–se volvió a Aslan y le dijo:–. Te prometo ser mejor rey.

–Ya lo eres. –dijo el gran león para luego volverse a nosotros como si quisiera decirnos algo.

–Creo que es hora de volver a casa, chicas. –habló Edmund.

Era triste pensar que era nuestra última vez en Narnia. Sabía que tendríamos que volver a nuestro mundo, pero no esperaba que fuera tan pronto.

–Creí que te gustaba estar aquí.–reclamó Lucy.

–Así es, pero también quiero mi hogar y a mi familia reunida.

–Pero hemos estado más tiempo aquí que en Inglaterra. –dije.

–Pero no somos de aquí, (T/a). De todas formas, no creo que podamos decidir sobre eso.

Reepechip, en medio de esta breve charla, se acercó a Aslan para pedirle que le permitiera ingresar a su nación, pues era su mayor deseo.

–Mi nación fue creada para nobles corazones como el tuyo, no importa de qué tamaño sea su portador. –fue la respuesta de Aslan.

Era hora de las despedidas y mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas. Cuando llegó nuestro turno, Reepechip aceptó que Lucy y yo lo abrazaramos. Se deshizo de su espada, subió a la pequeña balsa, se montó en la gran ola y se fue. Nos tocaba decir adiós y ya mi rostro estaba mojado por las lágrimas.

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⏰ Última actualización: Jun 09, 2022 ⏰

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Our lifetime || Edmund Pevensie x Reader Donde viven las historias. Descúbrelo ahora