No puse las edades de los personajes porque es una de las cosas que más conflicto me causa acerca de esta saga, aunque sí las había considerado a la hora de escribir. Las edades son las siguientes:
Peter:17
Susan:16
Edmund:14
(T/N):14
Lucy:10Consideré también la edad los actores en ese entonces.
___________________________________________________(T/N)
Fui despertada en la madrugada por el sonido del viento. Me asusté al ver un montón de pétalos adquirir forma humana y luego me dí cuenta de que se trataba de una dríada.
Traía noticias de Susan y Lucy:Aslan había muerto. Hasta el momento, nadie entendía por qué, pero una cosa era clara :necesitamos un nuevo líder para la batalla.
Salí de mi carpa y ví al ejército moviéndose de un lado a otro y hablando en susurros. Me acerqué a la carpa que pertenecía a Aslan y ví a Edmund salir de ahí con su rostro demostrando estupefacción.
-Murió... Aslan murió. -decía sin poder creérselo. Sus ojos empezaban a derramar lágrimas y su respiración se agitaba.
-Edmund-le hablé tratando de calmarlo tomando su rostro en mis manos para que me mirara-. Él sabía lo que hacía.
Tal vez no era muy convincente, pero por algo lo hizo, ¿no? Lo abracé y sollozó hasta quedarse un poco tranquilo.
Luego salió Peter de la misma carpa con tristeza en su semblante.
-Es cierto, murió.
-Tendrás que ser el líder -le dijo Edmund a Peter-. Hay un ejército dispuesto a seguirte.
-¡No puedo hacerlo! -exclamó Peter.
-Aslan confiaba en ti-le dije-,igual que nosotros.
Con determinación y algo de temor, empezamos a planear las posiciones y estrategias. Al amanecer, ya todo estaba planeado.
-Peter, aún no me has dicho en qué posición estaré. -le dije. Él y su hermano compartieron una mirada.
-No pelearás.
-¿Qué?
-Es muy arriesgado.
-Pero yo también debo pelear, no por nada Santa Claus me regaló una ballesta.
-No dudamos que puedas hacerlo-dijo Edmund-, pero nos preocupamos por ti.
Aquello me tomó por sorpresa y me quedé callada. Parecieron pensarlo por un momento y luego Peter dijo.
-Está bien, pelearás, pero estarás con los arqueros junto con Edmund.
–Y lleva una espada.
Asentí y fui a prepararme. Traté de ponerme toda la armadura, pero era muy pesada así que solo me puse las partes que protegían mis brazos y hombros, también me puse el peto, me recojí el cabello y me puse el yelmo.
Me ceñí la espada, tomé mi ballesta y unas cuantas flechas y salí. Edmund ya estaba listo y me miró algo molesto al ver que no llevaba la armadura completa.
-(T/N)...
-¿Qué? Traigo una espada.
Suspiró rendido y negó con la cabeza.
-De acuerdo. Solo no te separes de mí, ¿ok?
Asentí y nos fuimos a nuestra posición. Ya entrado el día, nuestras tropas estaban formadas. El nuemroso ejército de la bruja Blanca se acercaba.
Cada uno empuñó su espada y esperó. Los grifos volaban sobre sus cabezas, soltando rocas haciéndolos caer.
-¡Por Narnia y por Aslan!
Cada uno dió su grito de guerra y avanzaron para atacar a los enemigos. Nosotros esperamos en la colina hasta que se nos indiquara lo contrario.
-¡Fuego! -ordenó Edmund.
Uno de los centauros disparó una flecha con fuego en la punta formándose en el aire un fénix que dividió a nuestro ejército del otro con una barrera de fuego quemando también a algunos. Pero se nos olvidó el cetro de la bruja. Eliminó la barrera de fuego y los suyos siguieron avanzando. Entonces sonó el cuerno.
-¡Esa es la señal! -exclamó el señor Castor.
Dí la orden para que los centauros dipararan. Uno de los de la bruja hirió al unicornio en el que estaba Peter haciéndolo caer. Ambos ejércitos peleaban contra el otro, el espacio libre en el campo de batalla ya era inexistente.
La bruja se dirigía hacia Peter. Orius y un rinoceronte fueron a ella para defenderlo. Hirieron al rinoceronte y la bruja conjeló a Orius. Tuvimos que bajar para defendernos. Edmund y yo peleábamos espalda con espalda. La bruja estaba acabando con los nuestros.
-¡Edmund! ¡(T/N)! -nos llamó Peter-. ¡Son demaciados, tienen que salir de aquí! ¡Busquen a las chicas y vayánse a casa!
-¡Ya lo oyeron, vámonos! -el señor Castor nos alejó de la batalla.
Fuimos por la colina para alejarnos. Edmund se dió la vuelta y vió algo que yo no. Tomó su espada para regresar a la batalla.
-¿Qué haces? Peter te dijo que huyeras. -dije.
-Peter aún no es el rey.
Corrió de nuevo hacia el campo de batalla. El señor Castor me miró como si pidiera que no fuera, dudé unos segundos, pero luego fui tras Edmund.
Corrí buscándolo, esquivando o peleando con los que se me atravesaban. La bruja ahora andaba de pie. Edmund se le atravezó y rompió el cetro. La bruja hizo que perdiera el ritmo de la espada y lo apuñaló.
-¡EDMUND!
Peter y yo nos dirigimos a ella. El yelmo empezaba a estorbar así que me lo quité. Erámos dos niños inexpertos contra una bruja con dos armas. Tenía ventaja sobre nosotros.
Escuchamos un rugido, potente y esperanzador. Era Aslan. Atrás de él estaban muchos más narnianos al igual que Susan y Lucy.
La bruja nos tomó desprevenidos y volvió a atacar. Hizo caer a Peter e hirió su brazo con la espada. Iba a atacarla, pero ella me ganó, me golpeó y también me tiró. Iba a acabar con nosotros, pero Aslan se abalanzó sobre ella dándole fin.
Quité la espada del brazo de Peter y nos levantamos. La guerra había acabado. Nadie más que Aslan estaba frente nosotros.
-Todo ha terminado.
-¡Peter, (T/N)! -las chicas corrieron a nosotros y Lucy abrazó a su hermano y Susan a mí.
-¿Y Edmund?
Corrí hacia donde estaba, seguida de los demás. El mismo que hirió al unicornio de Peter, ahora se acercaba a Edmund con una hacha, pero Susan le disparó con su arco.
Llegamos a donde Edmund estaba. Por instinto tomé su mano, Susan le quitó el casco, Lucy sacó su posión y derramó una gota en la boca de su hermano.
Cerró sus ojos y su respiración se detuvo. Inevitablemente, empezé a llorar al igual que los demás. Segundos después, sentí un ligero apretón en mi mano, alcé mi vista y ví a Edmund sonriendo débilmente. Peter lo levantó y lo abrazó.
-¿Por qué nunca haces lo que te dicen? -le preguntó Peter a lo que Edmund solo sonrió.
Los cuatro se abrazaron, incluyéndome en su momento familiar. Nos separamos y vimos cómo Aslan, con su aliento, descongelaba a los nuestros. Lucy decidió hacer lo mismo con su poción.
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Our lifetime || Edmund Pevensie x Reader
FanficLa historia de dos muchachos cuya relación se desarrolla en nuestro mundo y en la mágica tierra de Narnia