IX

938 120 40
                                    

¿Huh?

Estaba algo confundido, de todos los archivos que esperaba poder abrir, este no era uno de ellos.

-¡Buenos días, pequeño genio! -Exclamó la figura en la pantalla extendiendo sus brazos.
-Caray, ha pasado tanto tiempo desde que alguien me usó, mí cabello debe ser un desastre. -Murmuró para si misma, acomodando un poco su moño.

La fluidez de su animación me hacía dudar que este programa fuera creado en 1999, como lo indicaba el copyright.
Aunque su paleta de colores dejaba mucho por desear, aquellos colores chillones de su ropa, reminiscentes de la tecnología antigua aún hacían doler mis ojos.

Volteé extrañado a mirar a Mal0, quien parecía estar igual de perpleja que yo, o peor.

-¿Cuales son sus nombres, mis queridos alumnos? -Preguntó, ladeando la cabeza.

Mí sangre se congeló por un instante, pensando que este programa de computadora tenía mente propia.
Pero luego recordé que este tipo de software era utilizado por profesores en grupos grandes, así que tendría sentido que hablara en plural.

Ningún recuadro de texto apareció para escribir mí nombre, y me quedé mirando a la pantalla por unos segundos, sin saber que hacer.

-...
-¡Ah, que despistada soy! -Saltó de repente, como si se hubiera quemado.

-No me he presentado aún, soy la señorita Jane, pero pueden llamarme señorita J si desean. -Añadío ruborizandose y esbozando una pequeña sonrisa.

-Quentin, ¿no deberías escribir tu nombre? -Preguntó Mal0, señalando al teclado.

-¡No hace falta! -Respondío el programa.
-Puedo oírlos fuerte y claro.

Oh.
Que idiota fui al pensar que un programa no podía tener mente propia.
Literalmente tengo un ejemplo al lado mío, Mal0.

-¡A-Ah, lo siento!. -Me disculpé inmediatamente, no quería hacer enojar al programa de computadora.

-¡No, no pasa nada! -Exclamó la profesora, extendiendo ambos brazos.
-Perdon por asustarte, Quentin. -Se disculpó bajando la mirada.

-No-No sabía que podías oírme, es mí culpa. -Dije pasando una mano por detrás de mí cuello.
-Tampoco sabía que podías...
-No sé..

-¿Razonar? -Añadío por lo bajo.

-S-Si, eso..

-Ehehe..
-Para ser honesta, yo tampoco sabría decirte porqué.
-Nunca he hablado con mí creador. -Añadío desviando la mirada.

Aquel comentario hizo que Mal0 se acercara a la pantalla para apreciar mejor a la anomalía.

-E-En fin, nos estamos yendo por las ramas. -Saltó la mujer.
-¿Que te gustaría aprender el día de hoy, Quentin?

-Uhh...
-...

Tenía la mente en blanco, realmente no me interesaba aprender ningúna asignatura.
Solía dormirme en las clases de matemática e historia me parecía aburrida.

-...
-Si no le molesta...
-Me gustaría aprender más sobre usted. -Pregunté tímidamente.

Necesitaba saber si esta anomalía podía llegar a ser peligrosa, no quería que se repita el caso del sacapuntas.

-¡Oh!
-Si eso es lo que quieres, no tengo problema. -Dijo sonriendo.

-Ah, muchas gracias..

-Bueno, ya me he presentado..
-Soy la señorita Jane, y soy una profesora.
-...
-Se lo que vas a preguntarme, y si, si puedo verlos a través de la pantalla.

SCP 1471 [Una vida anómala.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora