XXIX

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Minutos después, Quentin se levantó del suelo, parecía estar doliendo.

-Tenemos que continuar. -Dijo, volteando a mirarme y señalando los pasillos frente a nosotros con un gesto vago.

Metío la pistola en el bolsillo trasero de su pantalón e intentó ofrecerme el bastón de policía que tenía en su mano.

Me negué rápidamente, diciendo que le sería de más utilidad a el.

Continuamos caminando, deslizando la tarjeta amarilla para abrir las puertas y cerrandolas detrás de nosotros.

No queríamos que vuelvan a tomarnos por sorpresa, así que estábamos siendo muy precavidos con cada sala que explorabamos.

No decíamos ninguna palabra mientras continuabamos explorando, mis orejas completamente alertas a cualquier sonido que hubiera.

Me encargué de abrir las puertas y pasar yo primera y revisando que la sala estuviera completamente vacía antes de dejar pasar a Quentin.

Atravesamos oficinas, diferentes a las de los pisos inferiores.
Estas no tenían ningún tipo de anomalía come-hombres, y eran bastante más espaciosas comparadas a las otras.

Varías sillas y materiales de oficina se encontraban tiradas en el suelo, seguramente por la rapidez con la que evacuaron todo el personal.

Otras salas estaban completamente selladas por escombros y piedras.

Rogaba internamente cada vez que pasaba frente a una de ellas para que no fueran las rutas de salida hacia la superficie.

De vez en cuando, una sala entre todos los pasillos tenía un techo de cristal, donde reflejaba la luz de la luna sobre el material blanco.

Quentin miró su reloj de pulsera y luego me miró a mí.

-Son las cuatro de la mañana. -Suspiró, agotado.

-...
-No falta mucho. -Dije, intentando animarlo un poco.

-Lo sé, lo sé..

Lo miraba de vez en cuando, chequeando para ver como se encontraba.

La sangre de las heridas en su brazo ya se habia secado, aunque parecía que iban a infectarse si no era tratado.

Hacia una pequeña mueca de dolor cada vez que movía aquel brazo.
Sabía que estaba ocultando su dolor para no preocuparme, pero no era el momento para decírselo.

El miedo que sentí cuando
peleó con aquel sujeto y lo perdí de vista..

Hubiera sido mas facil matar al hombre del arma e ir inmediatamente a ayudarlo, pero por alguna razon no queria hacerlo.

Si le hubiera pasado algo por mi propia negligencia...

Jamas me lo perdonaría.

Miraba mis garras con melancolía mientras avanzábamos por los pasillos.

...

Nos cruzamos con lo que parecía ser un checkpoint, o al menos eso decía la pantalla sobre las puertas reforzadas.

[ACCESO A CONTENIMIENTO PESADO.]

-...

De todos los lugares que podíamos pasar, este no era el indicado.

Quentin no dijo nada en voz alta, pero pude sentir su pulso acelerarse por el reloj en su muñeca.

-Vayamonos, ya. -Dijo, dando media vuelta y saliendo de la sala lo más rápido posible.

SCP 1471 [Una vida anómala.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora