SCP 1471 [Una vida anómala.]

XVII

Volví a casa con dificultad, todo el camino estaba borroso con lágrimas.

Saqué el celular de mi bolsillo, esperando algún comentario de la voz con estática.
Lo apreté con fuerza y la pantalla se encendió, solo para mostrar una pantalla partida en una esquina.

Entré en mi cuarto y me arrojé sobre mí cama, sin siquiera sacarme la ropa que tenía puesta.

Hundí la cabeza en mi almohada con fuerza, intentando dormirme para no tener que pensar en lo que había pasado.

Pero me era imposible, Mal0 realmente se había ido.

Seguramente la fundación volvería a contenerla, si es que no le hacian un millón de pruebas antes.

Pero estaba seguro de que no le harían daño.

...

Espero.

No podía imaginarme a la fundación siendo amable con ella, o con cualquier otra anomalía.

Debía ir allí cuanto antes, pero no tenía ningún medio para hacerlo.

Ni siquiera sabía dónde estaba, ni tenía forma de llegar.

Comenzaba a idear planes en mi cabeza, desesperandome más y más al darme cuenta de que cada uno de ellos no funcionaria.

Estaba llorando sobre la almohada ya, pero no me importaba.
Solamente quería a Mal0 de vuelta.

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Me despertó la alarma de siempre, pero simplemente la apagué.
Me sentía horrible y no quería levantarme de la cama.

Volví a acostarme, esperando que la voz de Mal0 me regañara por quedarme dormido.

-Que patético que soy. -Murmuré en voz baja, mientras me acomodaba en la cama.
-Si alguien me viera así, se reirian de mi.

No solía faltar a clases, pero hoy no tenía ganas de hacer absolutamente nada.

Cerré los ojos esperándo dormirme pronto, para no tener que sentirme así por unos momentos al menos.

...

Una idea surgío en mi cabeza, haciéndome saltar de la cama de un brinco.

(Mia.) -Pensé, mientras revolvía mi cuarto en busca de mi uniforme escolar..

(¿Ella tenía aquel SCP en su telefono, verdad?) -Pensé mientras salía de casa, sin siquiera tomarme el tiempo para desayunar.

Comencé a caminar hacia la escuela, esta vez sin utilizar los audífonos que siempre usaba para comunicarme con Mal0.

Podía escuchar las conversaciones de la gente cerca mío, juzgandome en silencio mientras pasaban.

Caminé rápidamente hasta la escuela, llegando incluso antes de horario.
Subí rápidamente a mi salón y esperé a que viniera Mia.

(Tenía que venir, no podía faltar tantos días a clases, ¿verdad?)

(...)

Apoyé mi rostro sobre mí escritorio.
No me sentía cansado, aunque no había podido dormir bien la noche anterior.
Me sentía...

Hueco.

...

Poco a poco comenzaba a llenarse el salón de alumnos, pero el asiento frente mío aún seguía vacío.

Las clases continuaron como siempre, aunque, sin los comentarios de aquella voz en mi oído se volvían tan aburridas como antes de que todo esto hubiera ocurrido.