I

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En mí trote hacia la escuela me detuve para observar un poco más de cerca mí vecindario.
Estar lejos de casa durante meses me había puesto bastante nostálgico por cosas que no me creía capaz de extrañar.

-Quentin, deberías apresurarte. -Dijo una voz femenina en mí auricular, con una ligera estática y eco, como si estuviera hablando a través de una radio estropeada.

Se trataba de Mal0, una criatura la cual apareció de un día para el otro en mí celular.
Y cambio completamente mí vida.

Mientras caminaba hacia mí destino, recordaba fragmentos de mis aventuras que había vivido con la fundación.

-El secuestro con el coche de policía..
-El encuentro con 682.
-La cámara de contención, claramente una casa robada.

Vivi por allí durante un par de meses, con la compañía de Mal0 y 682.
De vez en cuando venían algunos soldados y científicos para que los ayude a controlar algunos scp, pero siempre volvía sano y salvo.

-Mi segundo secuestro..
-Mi escape.
-El...
-El militar ruso...

-...

-El sujeto del beret rojo...

Sentí un vacío en el estómago cuando recordé aquella escena en la oficina en llamas.
No quería recordarlo, hacia que me tiemblen las manos.
Se que hice lo correcto, pero--

Quentin!

-¡Ow! -Gritó una voz femenina enfrente mío.

-¿¡Hah?!

Sin darme cuenta estaba caminando contra una multitud y me choqué con una persona.

-Lo siento, estoy algo dormido aún..

-¿Podrias ver a dónde vas? -Exclamó con un tono presumido.

Tardé unos segundos para reconocerla, era Mía, la chica que accedió a ayudarme con mis encargos de la fundación.
Hija de una científica de la fundación que, intentó matarme en varias ocasiones.

Tenía cabello corto y rizado, casi la confundo con un chico.
Vestía el uniforme escolar, aunque muy desalineado y arrugado.

-¿Te dormiste con el uniforme puesto? -Pregunté.

-Callate.
-Venia a preguntarte si recibiste algún mensaje de la fundación. -Dijo susurrando.

-...
-No.

-Ok. -Dijo antes de perderse en la multitud de alumnos entrando a la escuela.

Realmente no entendía que tenía planeado.
(¿Quiere ayudarme a cumplir las órdenes de la fundación, aunque la odia?)

Dudo mucho que una chica con una anomalia en su celular pueda hacer mucho contra la fundación, pero lo mismo podría decirse de mí y Mal0.

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El día transcurrió sin nada en particular, y volví a casa, agotado por mí día completamente normal.

Mal0 se materializó detrás mío y me dio un calido abrazo.

-Lo siento, no pude resistirme. -Dijo riendo.

Su pelaje era tan suave que podría dormirme abrazado a ella.
Aunque la primera vez que la conocí, era tan aceitoso y tenía tantos nudos que no podía ni peinarse.

-Se siente bien, estar de vuelta en casa.. -Murmuró rompiendo su abrazo.

-Mmhmm.
-Dime, ¿Que quieres para el almuerzo?

SCP 1471 [Una vida anómala.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora