SCP 1471 [Una vida anómala.]

FIN

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Vivir con un brazo roto era difícil.

Vivir con un brazo roto y una anomalía en casa, era algo más difícil aún, pero me las arreglaba bastante bien, o eso creía yo.

Milagrosamente había logrado convencer a la fundación, de traer a Mal0 conmigo de vuelta a casa. Bajo la excusa de que necesitaba su apoyo para localizar anomalías, o algo parecido.

Creo que se la creyeron, o les rogué tanto que tuvieron piedad con nosotros.
Aunque nos advirtieron si no había resultados positivos, o que si una persona veía a Mal0 volvería a pasar lo mismo de antes, la llevarían de vuelta a su cámara de contención.

Con esa espada de damocles colgando sobre nuestras cabezas, nos era algo difícil concentrarnos en nuestra misión, incluso más a mi con mi brazo inutilizado.

-Me siento tan inútil..  -Murmuré, bajando la cabeza, viendo como la anomalía frente a mis ojos se encontraba troceando verduras para la cena, su cola agitandose alegremente detrás de ella.

-Oye Quentin...

-En caso de que yo necesitase ayuda...
-Harias lo mismo por mi, ¿Verdad? -Preguntó, volteando a verme.

-Por supuesto. -Respondí, al instante.

-Entonces no deberías sentirte mal. -Respondío, volteando nuevamente hacia lo que estaba haciendo.
-Somos amigos, ¿verdad?

-Claro, claro...

Últimamente había desarrollado un gusto hacia la cocina, dejando los omelettes de lado y animandose a hacer platillos cada vez más complicados.

Cada vez parecía más humana, y aunque nunca lo dijera en voz alta, me alegraba mucho que haya podido adaptarse tan bien.

Poco después de volver a casa, habíamos festejado mi cumpleaños a peticion de Mal0, con un pastel, cosa que le gustó bastante.

Cuando le pregunté cuando era su cumpleaños, no supo responderme, diciendo que llevaba varios años observando personas y utilizando su aplicación.

Acordamos en que su cumpleaños fuera el día en el que pudo materializarse fisicamente por primera vez.

Creo que esta contando cada día, esperando saborear el pastel que prometí hacerle.

Le dije varias veces que podíamos hacer uno cualquier día de la semana, pero ella prefiere esperar, quería que fuera especial.

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Eventualmente mi brazo fue sanando poco a poco, aunque comenzar con la terapia física después de tener el brazo inmovilizado por casi dos meses fue algo doloroso.

Nunca volvería a ser el mismo de antes, sentía cierta incomodidad cada vez que lo movía mucho, pero era preferible a no tener un brazo.

Me informaron que mamá había sido amnestizada, por lo que no recordaría nada clasificado, como la existencia de Mal0 o mi desaparición.

...

No me gustaba para nada eso, aunque era mejor que volverla una clase-D o algo parecido.
No me gustaría que nada malo le pasase, así que seguí trabajando para la fundación, conteniendo anomalías de vez en cuando.