23.

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Punto de vista de Ally.
2:47 am.

Encerrada con el idiota de mi novio en un vagón de tren en dirección hacia donde nos lleve la chingada. Genial. Excelente. Fascinante. Emocionante. Perfecto. Dulce. Adorable. Encantador. Precioso. Hermoso. Divertido. Excitante. Brillante. Y estoy demasiado borracha para pensar en más sinónimos irónicos para describir este momento tan memorable.
Alaia Tyler y Calum Hood encerrados en una superficie menor a una hectárea sólo nos conlleva a un resultado, a un resultado totalmente desastroso.
No sólo estaba molesta con Calum, sino estaba furiosa. Pero no furiosa-te-voy-a-cortar-los-huevos. Estaba furiosa-voy-a-golpearte-hasta-que-quedes-tan-feo-que-ya-no-quiera-salir-contigo-a-pesar-de-tu-encantadora-personalidad-y-de-que-estoy-perdidamente-enamorada-de-ti. Sí, más o menos así de furiosa.

Lo peor era que el vagón estaba más vacío que casi vacío. De hecho sólo había un chico de cabello rizado y gafas gigantes sentado hasta el fondo en un asiento para personas invalidas. Por supuesto que podía caminar y obviamente no estaba embarazado. Me molestaba que la gente no respetara las reglas. Ya sé que no había nadie en necesidad pero igual.

-¡Hey tú! ¡Idiota!-El chico, aterrado, se quitó los audífonos mirando en mi dirección.

-¿Y-o-o?-Preguntó señalándose a sí mismo y yo me dirigí hacia él. Llevaba una camiseta púrpura bastante humillante y un piercing en la ceja. Con la pila de libros en la mano me miro con temor.

-¡Sí tú!-Le grité. Mi novio seguí sentado pero ahora con las manos en el rostro, avergonzándose de mí el maldito-¿Qué te hace pensar...-¿Cuál era su nombre? ¿Bastardo?

-A-a-ashton.-Titubeo-A-a-shton Irwin. Trabajo en la tienda de vídeos de la calle principal.

-¿Qué te hace pensar, Ashton, que puedes sentarte en un puesto para personas minusválidas?-Lo empujé ligeramente por los hombros. Tampoco es que quisiera ir a la cárcel por una tontería como esta-¿Sabes cuántos viejecitos tienen que caminar con sus espaldas lastimadas hasta un buen asiento? ¡O peor! ¡Ni se sientan! ¿Y las mujeres embarazadas? ¡¿y los niños?! ¡Por dios! ¿Ya nadie piensa en los niños?-Sin darme cuenta mi nariz comenzó a moquear y mis ojos a lagrimar.

Mi novio se levantó de inmediato y me apartó un poco del chico con una mirada de disculpa. La siguiente parada era anunciada y el vagón volvió a sacudirse.

-Discúlpala, está borracha-Le dijo a Ashton y el le sonrió tímido.

-No hay problema. Tengo el turno de noche y vengo aquí a menudo, estoy acostumbrado a chicas como la tuya-Esta era su parada y se levantó torpemente. Yo seguí llorando en la camiseta de mi novio-Por cierto, señorita.

-Ally-Grité en un sollozo.

-Ally, me siento aquí porque tengo pies ortopédicos-Ashton levantó sus jeans entallados y me mostró ambos pies que se parecían a los de un maniquí en Forever 21, sólo que más bronceados. Después me sonrió y yo no pude evitar lanzarme a sus brazos para abrazarlo.

-Lo siento, estoy loca.

-Y mucho-Le dijo Calum y Ashton salió por las puertas de nuevo a otra estación.

Yo regresé a mi sitio y Calum a su sitio.

Yo nunca he sido de esas chicas que esperan que el chico haga todo en la relación. Soy muy independiente, de hecho. O al menos así me considero. Pero el jodido vagón no dejaba de moverse para todos los lados y yo estaba descalza y las agarraderas grasosas y mi vestido roto y mi maquillaje corrido y Calum Hood, el rey de Reyes, estaba sentado en el único sitio limpio dejando que su novia estuviese parada y luciendo como la verdadera pesadilla en Elm Street.

-Wow, que cómodo es aquí-Dije intentando no ser nada disimulada para que captara la indirecta.

-¡HAY OTROS VEINTE ASIENTOS LIBRES! ¿Podrías dejar de quejarte un segundo?-Dijo Mr. Hood chupando de la botella. Un poco de cabello más y luciría como uno de los vagabundos de allá afuera. A excepción de su ropa. Porque el muchacho la tenía toda completita. ¿Cuál vestido roto? ¿Cuál descalzo? ¿Cuál maquillaje corrido? ¿Cuál ropa interior mostrándose? ¿Cuáles zapatos en la mano?

-¡Están sucios!-Le dije un poco más tranquila que él.

-¿Y? ¿Tu piensas que soy de piedra? También me duelen los pies, a pesar de traer zapatos. También tengo frío, aun que me veas con ropa sin roturas. También quiero tomar, aun que me veas molesto. No eres la reina del universo, tómalo en cuenta.

Estaba tan borracha, lo juro. Que ni siquiera me di cuenta de cuándo comencé a llorar desconsoladamente en la barra de metal grasienta. Tendría sida, gripa, herpes, neumonía, saliva, mierda y todo en mi rostro en menos de lo que canta un gallo.

Calum se paró de golpe y se acercó a mi, sólo para comenzar a discutir.

¿Cuándo? ¿Cuando no?

-¿Podrías dejar de llorar por cualquier idiotez?

-Podrías esto, podrías el otro, podrías aquello, Ally podrías, podrías, podrías, podrías...¡CARAJO!-Le grité en su rostro casi perfecto-¿PODRÍAS TÚ, CALUM HOOD, ACEPTARME TAL COMO SOY SIN INTENTAR SUSTITUIR CADA ACCIÓN MIA POR LAS MIERDAS QUE NECESITAS?

-¿Podrías...-Comenzó y luego lo hizo de nuevo-¡Sólo deja de gritar carajo!

-¡Tu eres el que comenzó a gritar!

-¡SI SOLO QUERÍAS EL MALDITO ASIENTO, AHÍ ESTÁ TÓMALO! ¡TOMA EL PUTO ASIENTO ALAIA! Y sólo...-Gruñó-cállate, ¿sí? Puedes hacer eso por mi...por ti...por nuestra relación, por cualquier mierda ¿si?-Y se empinó la botella otra vez, pero yo no me fui a sentar.

-Nuestra relación no es cualquier mierda, y que estés borracho no te da derecho a tratarla como eso.

-¿Entonces qué es? Porque eso parece.

-No, eso la has hecho parecer tú toda esta noche.

-¿Yo? ¿Quién es la que se ha estado quejado que hasta por si la puta brisa le pasa demasiado cerca? ¿Eh? Porque estoy seguro de que no he sido yo.

-Mira Calum yo no sé qué tan borracha esté-*tos* *tos* MUCHO. *tos*-, ni que tan borracho estés tú-*tos* *tos* bastante y en progreso *tos*-pero ya me canse de qu...

-No Alaia, yo ya me cansé. ¿Quién te cargó y corrió contigo en su espalda hasta llegar al bosque para que los putos guardias no te alcanzaran? Yo lo hice. ¿Quién te salvó de que perdiéramos tiempo y nos atraparan? Yo lo hice y tú lo único que hiciste fue quejarte sobre tu puto vestido roto. ¿Quién se disculpó con el chico que atormentaste? Yo lo hice. ¿Quién te ha estado cuidando toda la noche? Yo lo he hecho y tu no dejas de ser una maldita egoísta preocupándote por nadie más que tú misma.

No me estaba gritando pero su voz era firme. Y me di cuenta de que tenía mucha razón.
He estado aguándoles la fiesta a los demás por mis caprichos y lloriqueos. Es un vestido más. Unos rasguños en los pies más. Una hora gastada en ponerme maquillaje más. Un peinado más. Un par de tacones más.

Pero Calum no era un chico más. Era el chico.

-Tienes razón, Cal. Soy una egoísta-Mi pequeña mano a penas abarcaba una pequeña área de su mejilla pero estas no duraron mucho en contacto. Calum apartó su cara bruscamente tensando la mandíbula.

-Creo que deberíamos darnos un tiempo.

Esperen, ¿qué?

;;;

cashton no es real

I'm not gay::muke {editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora