I'm not gay::muke {editando}

28.

Mañana después de la fiesta
Doce días saliendo con Amy

Luke

El chico de cabello rizado con lentes enormes estaba debajo de Michael con los labios hinchados y el cuello lleno de marcas moradas. Y Michael lo rodeaba con sus piernas largas aferrándose de sus tornados brazos.

Wow. Esto no me lo esperaba.

Creí que esta noche lo cambiaría todo. Que yo dejaría a Amy por Michael y que Michael seguiría comportándose como lo hizo en la estación de tren. Creí que teníamos algo, algo real. Creí que Michael me quería, y lo peor: yo sí lo hacía.

Había caído redondito por Michael Clifford.

¿Y él? Bueno se estaba divirtiendo con otro chico, como si nuestra noche no hubiese sido nada.

Más que un puto juego.

Donde siempre pierdo yo, porque Michael pone las reglas.

-Lucas-Dijo Michael con la respiración agitada pero con mucha tranquilidad en su voz.

Cínico.

-Michael...

¿Qué diría?

Siempre tengo algo que decir. Siempre puedo hacer un chiste de cualquier tontería. Siempre sé qué decir y cuando hacerlo. Siempre sé mentir para que me crean. Siempre sé cómo reírme. Siempre tengo palabras. Siempre tengo de qué hablar.

Pero ahora...

Era como si con las palabras que Michael me dijo ayer, se hubiesen ido también las que yo tenía por decir.

Tenía la lengua entumida y un nudo mortal en la garganta. Mis ojos...mis ojos estaban a punto de derramar un tsunami bestial.

Y Michael estaba ahí feliz de la vida como si nada importara mas que los putos besos del cabrón en el que estaba montado.
Como si los te quieros no importaran.
Como si ayer no hubiese importado.
Como si yo no importara.
Como si mis besos no importaran.
Como si las palabras no importaran.

Y muy tarde me di cuenta de que no era "como si no importara", es que no importaba. No le importaba nada.

Si a Michael Clifford le importara algo de toda esa lista no estuviese con ese extraño o lo que sea que fuera en nuestra habitación. Porque sabía que yo podía llegar y sabia que los vería y sabía que se me iba a romper el corazón y sabia todo lo que sentía, joder Michael Clifford es la persona más egoísta que conozco.

Sabía que me dolería y lo hizo aun así.
Me hizo caer completamente con él en una noche, ¿Qué digo? En unas horas. ¿Para qué? Para luego hacer como si nada hubiese pasado.

Entonces me di cuenta en el problema en el que estaba.

No sabía qué decir.

Y me gustaba mucho Michael.

Además de que no me había dado cuenta que ayer no fue nuestra noche.

Por dos razones:

1) Michael no compartía momentos con personas.

Y

2) Yo no quería compartir algo con un monstruo rompecorazones como ese.

Lo que no sabía era que esto no había terminado.

-Michael...

Mi corazón comenzó a latir demasiado rápido y después de todos los minutos que me quedé en silencio tratando de analizar la situación aún no sabía que debía decir.