35.

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Luke

Regresé a la habitación arrastrando los pies, como un zombie a penas acostumbrándose a vivir de nuevo. Mis hombros chocaban con las paredes blancas del corredor. Me tomé unos minutos sentado en la alfombra junto a la puerta de nuestra habitación.
Metí la cabeza entre mis rodillas y con furia tiré de mi cabello comenzando a llorar desconsoladamente.

Amy. Y. Yo. Habíamos. Roto. Para. Siempre.

Yo no quiero a Amy de una forma amorosa, de hecho, nunca la quise de esa forma. Fue una enorme confusión y estaba cegado por la ira que Michael Clifford producía en mi. Creía que Amy era mi escape a todas sus mentiras y que por un momento tenía algo parecido a el concepto de estabilidad en mi vida. Pero no, Amy y yo no éramos nada de estabilidad. Ninguna de mis dos relaciones-que mantuve al mismo tiempo-eran algo parecido a la estabilidad por el mero hecho de que los cimientos con los que las había construido eran mentiras y más mentiras. Si es que lo de Michael era una relación...

No sé ni siquiera como pude pensar que todo saldría bien en ese tornado brutal. No me hago ni una maldita idea de cómo el Luke del pasado pudo pensar en si quiera involucrarse en algo como eso.

Es apenas ahora cuando me doy cuenta de que para lo único que sirvo es para cometer errores. Hasta ahora vengo a reaccionar que mi vida esta llena de cosas que yo he hecho mal y que yo solo funciono para lastimar a las personas.
Soy un monstruo destructivo que no merece ni una pizca de amor o de felicidad en sí.
No podía evitar odiarme por lo que le había hecho a Amy. Ella era mi mejor amiga y yo destrocé nuestra amistad de la forma más egoísta posible.

Mientras sollozaba en el suelo como un alma abandonada, la puerta se abrió en un rápido segundo.

-¿Luke?-Michael llevaba sólo sus calzoncillos de rebanadas de pizza, pero ni siquiera me importó porque yo tenía la vista nublada y él los labios entre abiertos en señal de asombro.

-Mikey...-Con ambos brazos abracé sus piernas y comencé a depositar mis lágrimas en sus frías rodillas.

-Luke...¿qué pasó?

-Yo...A-Amy...yo...-Una presencia invisible me presionaba el pecho, ahogado lo que tenía por decir.

-Hey, Luke tranquilo, por favor-Con un ágil moviendo logró cerrar la puerta, zafarse de mi agarre, y sentarse a mi lado.

Yo, inmediatamente, me senté en su regazo y rodeé mis brazos por su cuello. Escondí mi rostro en sus clavículas, llorando más fuerte.

Esto era algo que no me pasaba muy amenudo. Comenzando por el hecho de que antes llorar no era demasiado común en mí. Pero era de esas veces que estas llorando solo y relativamente tranquilo en algún sitio sin ni siquiera una mosca a tu alrededor; pero luego, llega tu madre, o tu padre o tus hermanos o tu mejor amigo o tu novio, y es como si esas ataduras con las que tuvieras atrapada a la cordura, se volvieran de fideos. Tan frágiles que con un abrazo o con un ¿qué pasa? Se rompen y comienzas a llorar sin piedad.
Estaba relativamente tranquilo, y llegó Michael a volver las ataduras que sostenían a mi cordura en fideos, tan frágiles y vulnerables. Y tal vez no esté hablando sólo de ahora, sino de mi vida completa. De mi vida hace unos meses. Mi cordura, mi ira, mi sensibilidad, todas estaban atadas con cadenas de acero irrompibles. Pero luego pasó Michael. No sé si para bien o para mal.
De hecho, ya me cansé de pensar demasiado. A veces creo que sería bueno tomar un descanso de todo. De mis preocupaciones, del colegio, del amor, de la vida. Dos meses durmiendo serían perfectos.

Me acurruqué en Michael llorando a gritos y empuñando su cabello. Mis rodillas estaban pegadas a mi pecho y a su pecho, como si me protegiera de algo, como si yo mismo estuviese activando mi sistema de defensa para protegerme de algo. Me protegía del dolor.

I'm not gay::muke {editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora