"Always Together"

~Capitulo Dieciséis~

Todos estaban muy cansados para hoy hacer su trabajo, claro ayer se tomaron a más no poder. Todos tuvieron que hacer un esfuerzo e ir a sus respectivos trabajos. Ahora me encontraba en camino hacia la zona granjera, quiero recolectar algunas frutas de los árboles que habían ahí. Pasé por la iglesia, hospital y otros lugares más, y de lo único que escuchaba hablar a los otros habitantes de Virginia era un tal Carlos. Sam me contó sobre él, pero al parecer no todo. Se notaba el rostro de susto que ponían las personas al hablar de él. ¿Sam me está ocultando algo?, me pregunté a mí misma. Llegué hasta aquel lugar sin dejar de pensar en Carlos, muchas preguntas invadían mi cabeza, pero traté de olvidarlo. Me acerqué a los árboles, no tenía una escalera o algo por estilo para poder alcanzarlas. Dejé mi canasta en el suelo, y me puse de puntas para poder alcanzar los duraznos que estaban más cerca, tomé los más maduros que encontré, y los puse en la canasta, me dirigí hacia el árbol de naranjas, tomé algunas, y las puse en la canasta, por último fui al árbol de manzanas, tomé algunas, pero pude ver que había la manzana más roja y deliciosa que haya visto, pero estaba muy alto y no podía ni siquiera trepar ya que el tronco del árbol era totalmente recto, traté de saltar, pero sin éxito, no pude alcanzar la deliciosa manzana que estaba ahí, estaba por darme porvencida. 

-¿Quieres ayuda?-me dijo una voz detrás mío, no tuve tiempo para voltear ya que sentí sus manos posadas en mi cintura y me levantó lo suficiente para que yo pudiera tomar la manzana, la tomé y me bajó. 

-Sam, ¿que haces aquí?-pregunté un tanto nerviosa. 

-Estaba pasando por aquí y te vi tratando de atrapar esta manzana-me la quitó. 

-Hey, esa es mi manzana-hice un puchero. 

-Pero yo te ayude a conseguirla, así que...es de ambos, ¿no crees?-me sonrió. 

-Creo que podemos compartirla-le dije, me sonrió. 

-¿Que estamos esperando?-me dijo y dio la primera mordida a la manzana.- Esto está delicioso-dio otra mordida. 

-No te la comas toda, déjame algo-le quité la manzana y di una morida.- Tienes razón, está deliciosa. Sam, necesito hablar contigo de algo. 

-Vamos a mi guarida y ahí lo hablamos, ¿te parece?-me dijo, asentí. 

Caminamos hacia su 'guarida'. Nos comimos la manzana en todo el camino y la botamos en uno de los tachos que encontramos ahí. Llegamos a la casa abandonada, entramos, y subimos hacia su 'guarida', me senté en un de los sillones, él se sentó a mi lado. 

Esbozó.- Bien, ¿que quieres decirme?-me preguntó. 

Tomé aire.- Verás...todos estan hablando de ese tal Carlos y puedo darme cuenta sus caras de miedo cada vez que mencionan su nombre. ¿Tan malo fue lo que hizo?-le dije, Sam agachó su cabeza. 

-No me gusta mucho hablar de él, me hace recordar todos los buenos momentos-dijo, una lágrima cayó de su ojo. 

-Perdón, no quise hacerte sentir así-me disculpé. 

-Estoy bien-se limpió una lágrima, me miró y me dio una leve sonrisa sin mostrar sus dientes. 

-Quizás deba irme, no quiero hacerte sentir mal con mis preguntas-me paré, pero el me sostuvo mi mano. 

-No, no te vayas, por favor-me dijo, volví a sentarme.- A veces me pongo así, pero te responderé a todas tus preguntas. 

-De acuerdo, ¿porqué no quieres que vea el baúl?-dirigí mi mirada hacia el baúl. 

-Ya te dije, son cosas mías-me dijo. 

-¿Cómo creerte?. 

-____, vamos, soy tu amigo desde la primario, no vengas a decirme que ahora desconfías de mí.