"Always Together"

~Capitulo Siete~

*FlashBack* 

Cerré mis ojos para aceptar mi fin, pero algún impulso hizo que los abriera de nuevo, no puedo darme por vencida, encontré una puerta, pero del otro lado había cinco walkers. Piensa ____, piensa, me dije a mí misma, se me ocurrió algo. Me hice un corte en el brazo derecho, embarré mi sangre en la puerta, los walkers se acercaron, maté uno por uno hasta matar a los cinco, salí de ahí rápidamente, pero me tropecé, pude visualizar a un hombre de unos cuarenta años, a penas me vio se escondió, ¿a caso ellos trajeron a los walkers?, ¿no estaban espiando?. Vi a Carl, él se acercó a mí y me ayudó a subir al bus, mi brazo sangraba mucho, no podía resistir el dolor, mis lágrimas comenzaron a caer. Carl y yo nos sentamos juntos, él me miraba preocupado, quizás pensó que estoy mordida y en estos momentos lo estaría si no hubiera pensando en esta estúpida idea.

-¿Cómo te hiciste eso?-me preguntó. 

-Perdón-fue lo único que pude decirle al no haber cumplido la promesa que le hice. 

*Fin del FlashBack* 

Él estaba serio. Las lágrimas no cesaban, la cortada que me hice era grande y profunda, estaba tan desesperada que no tuve tiempo de medir las consecuencias. 

-¿Porqué?, _____, no me asustes-dijo preocupado, saqué mi mano dejando ver mi cortada en el brazo. 

-Te prometí que estaría bien-dije débil, él me sonrió y me abrazó. 

-Pensé que te habían mordido-dijo en el abrazo. Algo no estaba bien conmigo, estaba comenzando a ver borroso.- Estás perdiendo mucha sangre, ¡Carol!- la llamó, ella vino junto con Daryl, ambos con la misma preocupación.

-...C-C-Carl...n-nos...e-es-espían...

*Tres horas después* 

Desperté. El bus había chocado, vi mi brazo, estaba vendando, pera la venda estaba ensangrentada, me levanté lentamente con dolor, todo mi cuerpo me dolía, toqué mi cabeza y estaba sangrando. Busqué a Carl con la mirada, pero no estaba él, no había nadie, estaba sola. 

-Aaaargh. 

-Rraaagh. 

Sabía de quiénes eran esos gemidos, saqué mi cuchillo, me arrastré hasta la puerta trasera del bus, abrí la puerta y maté a los cinco walkers que estaban ahí afuera, salí. Estaba sola, no había nadie, ¿porqué me dejaron aquí?, ¿que pasó?. 

-¡CARL!-grité.- ¡RICK!, ¡DARYL!, ¿¡ALGUIEN!?-grité en llanto, me tiré al piso y empecé a sollozar. 

¿Porqué me dejaron aquí?. Estaba sola, no tenía a Carl, no entendía nada, estaba muy confundida. Un walker se tiró encima mío, su apestosa boca estaba muy cerca a mi cuello, estaba apunto de morderme, lo alejé de mí, tomé mi cuchillo y se lo clavé en su cráneo. Me paré, pude ver un grupo de walkers acercándose a mí, me adentré al bosque y empecé a correr para perderlos de vista. Corría con lágrimas en los ojos, lo único que quería era poder encontrarlos. Escuché gritos de varias personas, fui al lugar donde provenían los gritos, llegué a una cabaña, decidí sacar mi pistola, ¡mierda!, recordé que ya no tenía balas, la guardé, me acerqué un poco más. La pared tenía un pequeño orificio, vi por ahí, ahí estaban todos atados de pies y manos, los vi a todos de espaldas. El mismo señor que estaba en la escuela, sabía que nos estaban espiando, decidí entrar, pero en la entrada habían dos hombres más conversando, me acerqué a ellos con cuidado, pero con el miedo de que me vean. 

-¿Dejaste a la niña?-preguntó uno de ellos. 

-Era complicado sacarla, de seguro ya fue mordida-rió el otro. 

-Idiota, nos la podíamos a ver violado-dijo el primero que habló. 

-Idiota-salté, me trepé en su espalda y le clave un cuchillo. 

-No te muevas-advirtió el otro hombre apuntándome con su pistola. 

-Demasiado tarde-dicho eso lo golpeé y le enterré mi cuchillo en su cabeza. 

Entré aquella cabaña, me dirigí donde estaban todos, estaban solos, todos se alegraron al verme, me agaché para estar a la altura de ellos.

-____, perdóname, no pude hacer nada-susurró Carl. 

-Después hablaremos de eso, debo sacarlos de aquí-susurré. 

-¿Cómo nos encontraste?-preguntó susurrando Bob.

-No te muevas-dijo un hombre detrás mío, me paré lentamente.- Suelta el cuchillo-ordenó, solté mi cuchillo.- Date vuelta-ordenó, obedecí.

-Que linda sorpresa, nos volvemos a ver-sonrió apuntándome con su pistola.

-Me gustaría poder decir lo mismo-dije sarcástica.- ¿Quién eres tú?-pregunté. 

-Somos los cazadores.