"Always Together"

~Capitulo Dieciocho~

Una semana después. 

Han sido días muy difíciles. Carl no me dirigía la palabra, por más que quisiera hablar con él, él se alejaba y me dejaba con la palabra en la boca. Estaba sentada frente al pequeño lago que teníamos dentro de Virginia, es increíble lo que este lugar tiene. Sentí unas pisadas acercarse seguido de algo caerse al pasto, giré mi cabeza para ver quién era, era él, Carl. Di un suspiro, me levanté, sacudí la tierra que tenía en mis pantalones, me di vuelta decidida a irme y me fui. 

-Si quieres quédate. 

Sentí su mano tomarme por la muñeca, deteniendo mi paso. Lo miré. Al principio fueron serias, pero luego se volvieron distintas. Ambas se extrañaban. Tenerlo cerca, poder volver a ver sus hermosos ojos, era la sensación más hermosa para mí.

-No te estoy corriendo, si quieres quédate-repitió. 

-Me duele estar aquí, quiero irme a casa-le dije. 

Sin dejar de mirarme a los ojos, me soltó de la muñeca y me dejó ir, pero quedamos mirándonos por un lapso de segundos, que nos parecían eternos. Lo extrañaba más que a nada, quería volver a tenerlo a mi lado, ser felices, pero al contrario, seguíamos lastimándonos el uno al otro, alejándonos cada vez más.

-Suerte con la guardia-le dije. 

-Adiós. 

-Adiós. 

Sin más que decir, bajé mi cabeza y comencé a caminar rápidamente. Apenas llegué a la puerta de casa, entré y corrí a tirarme en la cama, y no por cansancio, quería apretar mi cabeza contra la almohada y así finalmente, poder descargarme y llorar. Lo extrañaba, lo necesitaba, lo amaba. Todo era por Carl. Necesitaba volver a despertar a su lado, sus abrazos, sus besos, sus caricias, necesitaba que todo vuelva a ser como antes. 

-Lloras por lo mismo, ¿verdad?. 

Pegué un salto en la cama cuando escuché su voz. Con todo lo que había pasado, no logré percatarme de que mi nuevo padre estaba allí, sentado frente a mí, viendo toda la escena que estaba protagonizando. 

-Daryl...

-Sé que lloras por él, esta vez no quiero oír más excusas, esta vez quiero que me digas la verdad. 

-¿Sabes? Necesito que le des un flechazo en el trasero. Él ya no me ama, lo sé. 

-No quiero escuchar estupideces, él te sigue amando, ustedes dos deberían arreglar sus problemas, hablar sobre esto. 

Sonreí.- Ojalá fuera así de fácil, pero no lo es, cada vez que intento hablarle terminamos más distanciados. Me siento perdida. 

-Te diré algo, pero debes prometerme que jamás lo comentarás con alguien más, ¿de acuerdo?. 

-De acuerdo. 

Tomó aire.- Veras, antes de todo esto yo tenía una vida muy tranquila y linda a lado de una mujer maravillosa, ambos nos queríamos mucho, pero...-se detuvo. 

-Pero...-le dije para que continuara. 

-Ella me ocultaba algo, lo podía sentir. 

-¿Te refieres a una infedilidad?-me limité a preguntar, él asintió. 

-Poco tiempo después ella me dio la gran noticia que estaba embarazada, me alegre mucho, pero ella no, estaba asustada, y me dijo que quería abortarlo, pero la detuve. Eestaba decidido a pedirle matrimonio así que la cité en un parque, fui con el anillo, seguro con la decisión que había tomado, pero...-se limpió un par de lágrimas.- Ella nunca llegó, desde ese día algo se quebró en mi interior, el miedo de que haya abortado a mi hijo o hija me invadió por completo. 

-Lo siento mucho, Daryl.

Sonrió.- Pero ahora estoy aquí, tengo la suerte de haberme podido enamorar de Carol, pero jamás amaré a alguien como la amé a ella, jamás. 

-Yo...yo, no sé que decir, es impresionante lo que me cuentas-le dije. 

-Con esto quiero decirte que debes aprovechar cada segundo del día con la persona que quieres, porque después puede ser demasiado tarde. Medita eso. 

-Lo haré, lo prometo-sonreí y lo abracé. 

-Te quiero, hija-dijo mientras acariciaba mi cabello. 

-Y yo a ti, papá-respondí. 

Aunque Daryl no sea mi padre biológico, yo lo quiero como uno. Estuvimos unos segundos así. Nos separamos. 

-¿Crees que debería seguir aquí?-pregunté.- Es decir, creo que sería mejor que me vaya de aquí, ver a Carl todos los días me causa un gran daño. 

-_____ deja de hablar estupideces, él te sigue amando y si tú te vas no lo permitiría, yo te cuidaré siempre-recalcó el 'siempre'. 

Nos quedamos un rato hablando de otras cosas. Tenía ganas de saber quién era aquella mujer que conquistó y marcó mucho en la vida amorosa de Daryl, pero ya no quería preguntar, no quería verlo llorar. Hablamos un buen rato hasta quedar en un profundo sueño. 

...

-¿________? ¡_______! ¿Estás ahí? ¡______!. 

Aquellos gritos me despertaron. Noté que Daryl ya no estaba conmigo, no había nadie, estaba sola en casa. 

-¡______! ¡Contesta por favor!. 

Me refregué los ojos, bajé lo más rápido que pude, y abrí la puerta, era Sam. 

-No quiero verte, Sam, por favor vete-cerré la puerta, pero él la detuvo con su mano. 

-Por favor ______, necesitamos hablar. 

-No tenemos nada de que hablar. 

-No, sí, sí tenemos-me dijo, lo miré seria y esta vez si le cerré la puerta en la cara. Me apoyé en la puerta. 

-____, por favor, necesito hablar contigo-me suplicó.- Dame tan solo unos minutos. 

Me quedé un rato pensando, lo veía muy arrepentido. 

-Por favor. 

Suspiré, me di vuelta y abrí la puerta. 

-Tienes diez minutos. 

Él me mostró su sonrisa, me tomó del brazo y me llevo a un lugar. Llegamos. 

-¿Entraremos a tu guarida?-le pregunté. 

-Ya lo verás, necesito que te tapes los ojos. 

-No veré nada.

-Ese es el punto, te ayudaré, pero debes taparte los ojos-me dijo, suspiré, pero obedecí, con mis manos tapé mis ojos y con su ayuda logramos subir hasta su guarida.

-¿Ya puedo abrirlos?. 

-No aún no, espera...espera...¡ábrelos!-dio la orden, obedecí. 

Me quedé paraliza al ver lo que tenía frente de mí, me parecía un gran detalle y una linda forma de pedir disculpas. Era un cartel muy grande diciendo "Lo siento" acompañado de pequeñas frases que solíamos decirnos los dos. Sonreí. Al menos algo bueno que me ha pasado hoy. 

-¿Podrías perdonarme?-me dijo,tomó la rosa que estaba detrás de su espalda y me la entregó. 

-Sí, te perdono-sonreí y lo abracé.  

Acercó sus labios a mi oído, sentí un pequeño cosquilleo cuando hizo eso. Podía sentir su respiración en mi oído.

-Te quiero.