~Capitulo Dos~

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Había vuelto a sentir lo que era estar con Carl. Extrañé tanto esos momentos en los que solíamos divertirnos y ahora lo tengo aquí conmigo, vivo. 

<<Dile que lo amas, dile que aún sigues pensando en él, que esos sentimientos que creíste que habían desaparecido siguen aquí, en tu corazón, ¡dícelo antes de que sea tarde!>> -exclamó mi conciencia. 

No puedo decírselo, ¡maldita conciencia! Siempre me molesta cuando estoy con Carl, es inevitable, no puedo controlarla. Creí haberme liberado de esa voz cuando pensé que Carl había muerto, pero no era así. De todas maneras, lo extrañaba y mucho.

Ya era de día, las nueve de la mañana para ser exactos. Habría una pequeña reunión, decidiríamos que haríamos con todo este asunto de Eugene y su supuesta cura, seguía sin creer en eso, es imposible que todo esto tenga una cura, es una enfermedad mortal. El mundo de antes ya no existe y es algo que todos deben aceptar. Bajé las escaleras, ahí estaban todos, fui con Carl que traía en sus brazos a la pequeña Judith, sonreí al verlo, él me devolvió la sonrisa. 

-Carl, ______, necesito que vayan por provisiones-dijo Rick acercándose a nosotros. 

-Vi una tienda muy cerca de aquí, quizás haya algo-dije.  

-Los quiero aquí antes de las doce, ¿entendido?-dijo.- Carl, cuídate y cuida a ___. Rick siempre tan lindo conmigo, siempre trató así, como una hija. 

-No es necesario que me lo digas, lo haré-dijo Carl, bajé mi cabeza y sonreí. 

Carl dejó a Judith con Tyresse, él siempre la cuidaba, salimos de la cabaña y nos dirigimos a la tienda que vi antes de ir a la cabaña, no estaba muy lejos. En el camino hubo un silencio incómodo, fue raro ya que siempre tengo temas de conversación con Carl, decidí tomar la iniciativa y hablar primero. 

-Creí que jamás te volvería a ver- le dije, él bajo su cabeza y sonrió apenado. 

-Ahora estoy aquí, contigo, es increíble que estemos de nuevo juntos-levantó su cabeza y me miró fijamente a los ojos. 

-Es increíble que hayas salido de esas multitud de caminantes, pensé que no te volvería a ver-dije. 

-Juntos siempre-sonrió.- ¿Caminantes?-rió. 

-Así les digo yo, eso o bestias, pero no hay mejor palabra que los defina mejor, son unas bestias-dije. 

-Walkers. 

-¿Qué?-pregunté confundida. 

-Así les decimos, walkers, suena cool-sonrió. 

-Entonce les diré así desde ahora-sonreí. 

-______-se detuvo, me detuve también, lo miré confundida. 

-¿Que pasa?-pregunté. 

-Hasta ahora no me has dicho que paso con tus padres o con Daniel-dijo, mi sonrisa se borró, estaba seria, no quería hablar de eso, pero Carl merecía una explicación, avancé un poco dándole la espalda. 

-Mis padres estan muertos, ambos-una lágrima cayó por mi mejilla, seguía de espaldas, Carl tomó mi hombro haciendo que yo volteara, lo abracé y sollocé en su hombro. 

-Tranquila, ellos ahora están en un lugar mejor-diijo, me separé rápidamente de él, lo miré fijamente a los ojos.

-El cielo es sólo otra mentira, y si crees en eso, eres un idiota. 

-_____...-dijo, pero lo interrumí. 

-Perdóname, Carl, no quise decir eso, es sólo que...me siento sola, estoy sola-dije, él se acercó a mí, estaba muy cerca. 

<< Está muy cerca, estás a centímetros de poder besar sus labios, ¡hazlo!, ¡hazlo antes de que sea tarde!, sabes que quieres besarlo, este es el momento perfecto, ¡hazlo! >> 

Mi conciencia otra vez, no me deja en paz. El cuerpo de Carl estaba muy cerca al mío, sentí muchas sensaciones, ganas no me faltaban de besarlo, pero no, debía controlarme, él no me quiere como yo a él, para él fui, soy y seguiré siendo su mejor amiga. 

-Me tienes a mí- dijo con su perfecta sonrisa, ¡MIERDA! ¿Porqué lo hace tan difícil?, Brooks, lo tienes muy cerca a ti, bésalo. 

-C-C-arl-tartamudeé, me fui acercando a él, no, no, esto está mal.- La tienda esta ahí, vamos- me separé de él, genial, tenía la oportunidad para besarlo y la desperdicié, bien hecho Brooks. 

Entramos a la tienda, fuimos a sección comida. Puse un poco de todo, la tienda estaba llena lo cual es algo raro, tomé botellas de agua, golosinas, leche para Judith, etc. A lo lejos vi un tarro de pudín, sólo había uno, sonreí, me gusta mucho el pudín, Carl y yo siempre comíamos cuando iba a su casa. 

-¡Carl!-lo llamé. 

-¿Que pasa?-preguntó acercándose a mí. 

-Mira-señalé el tarro de pudín que estaba sobre una repisa. 

-Está muy alto-dijo él.- Te cargaré, ven-dijo. 

-¿Qué? ¿Y si me caigo?-dije. 

-Eso no pasará-rió. 

-Bien-bufé.- Si me caigo será tu culpa-dije, Carl rió. 

Di un pequeño salto, Carl me tomó y me cargó. Traté de estirar mis brazos lo más que puse, pero era imposible, el pudín estaba muy alto. Carl me cargó aún más alto logrando que yo pueda alcanzar el pudín, pero gracias a mi torpeza ambos caímos al suelo, él encima mío, de nuevo esas sensaciones, estaba más cerca a él que la primera vez, pero esta vez era completamente distinta a la primera, esta vez podía sentir su respiración sobre mis labios, ¿lo beso?, me pregunté a mí misma. Ambos nos quedamos viéndonos, nadie emitía sonido alguno, nos decíamos todo con la mirada, sonreí. 

-Dijiste que no me caería-dije. 

-Perdón, no todo lo que digo es verdad-rió, sonreí. 

-¿Interrumpo algo?-dijo una voz, ambos dirijimos nuestras miradas hacia esa persona que interrumpió nuestro momento, era Michonne, nos levantamos rápidamente, mis mejillas tomaron un color rojizo. 

-Michonne, no, sólo queríamos alcanzar este pudín-recogió el pudín del suelo. 

-Ya veo-dijo con una sonrisa pícara.

-Deberíamos irnos, la reunión debe estar por comenzar-dije nerviosa, cogí el bolso con las proviciones y avancé hacia la salida.

En todo el camino Carl y yo tuvimos un silencio muy incómodo, nadie emitía sonido alguno, seguía ruborizada, no podía dejar de pensar en lo que paso en el bosque y en la tienda, esas emociones y sentimiento que sentí cuando me enamoré de Carl volvieron, ¿sigo enamorada de Carl?, me pregunté a mí misma. Michonne iba adelante y no dejaba de voltear discretamente y vernos con una mirada acompañada de una sonrisa muy pícara, eso me ponía aún más roja. Llegamos a la cabaña y todos estaban afuera hablando con una chica con cabellera rubia y lindo cuerpo, estaba de espaldas, se me hacía conocida, la visualicé bien y era Hanna, ¿qué?, ¿que hace ella aquí?, este día no puede ser peor. 

-¿Hanna?-preguntó Carl, la chica se dio vuelta, le sonrió. 

-Carl-sonrió, corrió a él, le dio un abrazo, eso me hizo sentir algo ¿celosa?, sí, estoy celosa, estaba tan perfectamente con Carl, viene ella y lo arruina, hubiera preferido que se convierta en walker. La odio.

&quot;Always Together&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora