El fin de semana había llegado, era el único momento en que la tensión sobre sus hombros cedía un poco y lograban darse el lujo de recordar quienes eran realmente fuera del sistema burocrático, para el cual trabajaban y la rutina repetitiva a la cual estaban atados de lunes a viernes. La juventud regresaba a su cuerpo y en la mayor parte de las ocasiones, el alcohol, de una manera un tanto torpe y descoordinada, acompañado de algunos tropiezos e imprudencias, lograba sacar a la luz sus verdaderos deseos y ambiciones.
El lugar estaba lleno, era como si la casa del hombre de pelo teñido se hubiese convertido en una fraternidad universitaria, festejando el cierre de año escolar, con la pequeña gran diferencia de que todos los involucrados en esa fiesta, habían concluido sus estudios como mínimo cinco años atrás. Los cristales de la residencia retumbaban al sonar de la estrepitosa música, amenazando con quebrarse en cualquier segundo; decenas de vasos rojos adornando cualquier superficie plana al alcance de los invitados, colillas de cigarro botadas por doquier y la sensación al caminar de un piso extremadamente sucio y pegajoso, causado por todas las bebidas derramadas mezcladas con sustancias de dudosa procedencia.
- Niall, Niall, Niall, hasta que nos deleitas con tu presencia en tu propia fiesta. – dijo el hombre de mirada profunda y largas pestañas mientras rodeaba con su brazo al rubio para acercarlo más a él.
- Una disculpa, pero es que hay algunas señoritas que necesitan atención especial, Zayn. – giñó el ojo riendo sobre el hombro del moreno – ¿Acaso tú también necesitas? No estoy interesado en los hombres, pero por ti hago excepciones, guapo. Si mi querido amigo Liam, aquí presente, no se molesta, claro está.
- ¡Sabíamos que eras gay! – gritó Harry derramando su bebida
- Dios, ¿es que acaso nadie aquí puede ser completamente heterosexual?
- Licenciado, tranquilo si le molesta ser el único, podemos convertirlo y unirlo a nuestra secta homosexual, si así lo desea. – el rizado comenzaba a jugar con el pelo del abogado en forma de broma
- Aléjate, Styles. – dijo la mujer que acompañaba al abogado, golpeando la traviesa mano de Harry
- Relájate, Elena. Es solo una inofensiva broma. – rodó los ojos
- Basta. No soy gay, Harry. Solo fue un juego, creo que he dejado bien claro que lo mío no son los penes. – dijo su mejor amigo que aún se encontraba abrazado al pelinegro
- Es una lástima en verdad, Ni. – Liam acababa de entrar a la conversación, arrastrando a un hombre de la muñeca.
- En verdad que lo es. – Zayn comenzaba a hacer cara de puchero sarcástico- Queríamos presentarte a un amigo. - empujó al hombre que su novio había metido al círculo hacia Niall – Él es Lewis, amigo mío y ahora amigo de todos. Nos conocimos hace algunos meses en una exposición de talentos, es realmente bueno cantando y tocando la guitarra. Deberías pedirle que te toque "La Cucaracha" es una canción mexicana muy buena.
- Emm, hola? Niall Horan, un gusto.
- Lewis Capaldi, el gusto es mío.
- Bueno, nosotros nos vamos por rondas de shots a la sala. Harry, Louis, Ele y Max ustedes también deberían acompañarnos. – la pareja miraba a los mencionados con ojos amenazadores, era más que claro que querían dejar a solas a él peli teñido y al otro hombre - Lewis, deberías contarle un poco sobre ti a Niall y en un rato nos alcanzan.
Besos con el caliente sabor a vodka quemando su garganta, fusionando con el deseo que el alcohol producía en su sistema, eran los intermediarios entre trago y trago. Estaban a pocas rondas de dejar el pudor a un lado y comenzarse a entregar todo mutuamente ahí, justo en el sofá, en medio de cientos de espectadores.
