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- Pero... Eso es imposible... -Dieneke no daba crédito a lo que oía- ¿Ethan?

- Sí... -bajé la cabeza, totalmente avergonzada.

Nos habíamos ido a un parque que quedaba detrás de mi casa y le había contado el incidente que había tenido lugar en mi cuarto. Dieneke había abierto sus ojos azules al máximo cuando se lo conté. Tuve miedo de que se alejara de mí, pero no fue así. La chica me había cogido de la mano, con fuerza.

- Tranquila... ¿Te atreverías a denunciarle?

No supe qué responder.

- Sí... Bueno, no sé. Es mi hermano... Es... Ethan... No, no podría...

Dieneke me miró, muy seria.

- Te ha violado, Alied.

- Lo sé, pero...

- ¿Pero qué?

- Es mi hermano. No puedo...

Dieneke se levantó.

- ¿Que no puedes? ¿Podía tu hermano violarte? Pues no. La respuesta es no. Y lo ha hecho.

Bajé la cabeza y medité sobre lo que mi amiga me acababa de decir. Tenía mucha razón. Pero sentía que le traicionaría. Ethan había sido mi mejor amigo en la infancia. Siempre había estado ahí para ayudarme y sacarme una sonrisa...
"Te ha violado" dijo una vocecita en mi cabeza. "¿Tenía derecho, acaso?

No. No lo tenía. La frustración, el dolor y la tristeza estaban dando lugar a la furia. "Házselo pagar"

Fruncí el ceño, tanto que mis cejas casi se rozaron. Apreté los puños y miré a Dieneke, dispuesta a darle una respuesta.

- Se lo haré pagar-sonreí para mis adentros.

En el filo del CuchilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora