15:15

339 21 0
                                    

Después de haber entrado a casa y ser sometida al interrogatorio de mi madre, entré a mi habitación. Las sábanas seguían algo revueltas. La manchita de sangre seguía allí. Desvié la mirada de la cama y empecé a adecentar mi cuarto. Al acabar subí al piso de arriba.
- Mami. -dije- ¿Te importaría lavar mis sábanas?
Ella me miró, algo extrañada.
- ¿Y eso? -inquirió.
Le contesté con la excusa más obvia.
- Es que... Anoche manché un poquito... Ya sabes, la regla. -dije bajando la mirada.
Mi madre me miró.
- Que raro. Hacia tiempo que no te pasaba, Alied.
- Ya, bueno...
- Bueno, vale. Empieza tú a quitar las sábanas. -asentí con la cabeza.
Volví a bajar a mi cuarto y empecé a quitar las sábanas. Me costó horrores quitarlas sin mirar aquella muestra de la violación por parte de Ethan.
"No mires. No mires."
Dejé las sábanas en la ropa sucia y puse otras nuevas. Al acabar todo me senté en el suelo de mi cuarto y alcé la mirada al techo.
"Te odio, Ethan."

En el filo del CuchilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora