Despertar

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Una semana. Dos semanas. Y Adrien seguía sin despetar. A esa altura, yo no podía hacer más que pensar que no iba a despertar.
Nunca.
Y, si lo hacía, se despertaría sin recordar nada, o al menos eso les pasa a la gente que pasa en coma mucho tiempo. Intentaba encontrar un ápice de positividad en mi alma. Pero no había; tan sólo había dolor y angustia. Me pasaba los días que podía junto a su camilla, susurrándole que despertara, que podía hacerlo, que confiaba en él.
No sé si fue coincidencia o no pero, me "hizo caso".
A la semana siguiente de que Adrien tuviera el acto reflejo, esta situación se fue repitiendo hasta que Rusell, el médico, dijo:
- Despertará. Y no creo que haya que esperar demasiado.
Lara, Sven, Mike y yo saltamos de alegría al oír aquello. Yo casi no daba crédito a lo que oía... Pasó otra semana y yo seguía yendo a su cama.
- Tienes que despertar, Adrien... Sé que puedes.
Le acaricié la mano y miré al medidor de pulsaciones; seguían siendo muy bajas. Repentinamente, volví a sentir esa leve presión en mi mano. Pero estaba vez con algo más de fuerza.
- ¿Adrien? -musité al borde de las lágrimas.
Miré cada palmo de su cuerpo, esperando alguna respuesta. Al mirar su rostro, me fijé en que abría los ojos con lentitud.
"Esto no es un acto reflejo."
Parpadeó, cerrando los ojos con fuerza, para luego volver a abrirlos con lentitud.
Estaba despertando.
Cuando Adrien abrió del todo sus ojos azules, éste miró la habitación con una expresión de incomprensión en su rostro. Luego me miró a mí.
- A- Alied... -su voz era ronca y amortiguada, debido a la mascarilla- ¿Qué... Qué ha pasado...?
"Está despierto. Oh, dios. Lo está."
- Adrien... Llevas en coma un mes...-una lágrima resbaló por mi mejilla.
Él entrecerró los ojos y dijo:
- Te... oía... Cuando... me hablabas. Quería... re-reaccionar pero... no podía... Estaba como... bloqueado.
- Shh... -susurré- Tranquilo... Ya es-está. -empecé a llorar.
A llorar de felicidad.
- Voy a buscar al médico. -dije.
Salí corriendo a buscar a su madre.
- ¡Lara! -llamé.
Ella estaba en la salita leyendo un libro. Levantó la cabeza y me miró.
- Lara... Adrien...
- ¿Por qué lloras? -preguntó con un tono de angustia palpable en su voz.
- Adrien... Es-Está despierto.
Lara abrió sus ojos azules al máximo y dejó caer su libro. En ese momento Mike y Sven entraban a la UCI.
- ¿Qué pasa? -preguntó Sven al ver nuestras caras.
- Está despierto...- susurró Lara.
Mike y él se miraron y casi se les resbalaron de las manos los cuatro que cafés que traían. Corrimos a buscar a Rusell, que se había convertido en un amigo. Él y Clarissa cerraron la puerta de la habitación de Adrien y nos dijo que nos quedáramos fuera. Lara y yo llorábamos. Sven y Mike se miraban con una expresión de sorpresa en sus caras.
"Ahora si que estás vivo, Adrien...", me dije.

En el filo del CuchilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora